
Los miembros de la junta del Banco de Japón (BoJ) compartieron sus opiniones sobre las perspectivas de la política monetaria el miércoles, según las actas de la reunión del 29-30 de octubre del BoJ.
Los miembros acordaron que el BoJ continuará subiendo las tasas si se materializan las previsiones de precios económicos.
Muchos miembros dijeron que la probabilidad de que se materialicen las previsiones económicas y de precios ha aumentado, pero deben mantener la política para confirmar un poco más si el comportamiento positivo en la fijación de salarios no se verá interrumpido.
Un representante de la Oficina del Gabinete dijo que espera que el BoJ trabaje en estrecha colaboración con el gobierno, tomando la política monetaria adecuada para lograr de manera estable y sostenible su objetivo de precios.
Un representante del Ministerio de Finanzas dice que espera que el Banco de Japón observe los desarrollos económicos y se comunique estrechamente con los mercados para guiar la política hacia el logro estable y sostenible del objetivo de precios.
Muchos miembros dijeron que la probabilidad de que se materialicen las previsiones económicas y de precios ha aumentado, pero deben mantener la política para confirmar un poco más si el comportamiento positivo en la fijación de salarios no se verá interrumpido.
Los miembros de la junta Tamura y Takata propusieron aumentar la tasa de política al 0.75% desde el 0.5%, lo cual fue rechazado por un voto de 2-7.
Al momento de escribir, el USD/JPY está bajando un 0.15% en el día a 156.06.
El Banco de Japón (BoJ) es el banco central japonés, que fija la política monetaria del país. Su mandato es emitir billetes y llevar a cabo el control monetario y de divisas para garantizar la estabilidad de los precios, lo que significa un objetivo de inflación en torno al 2%.
El Banco de Japón se ha embarcado en una política monetaria ultralaxa desde 2013 con el fin de estimular la economía y alimentar la inflación en medio de un entorno de baja inflación. La política del banco se basa en el Quantitative and Qualitative Easing (QQE), o impresión de billetes para comprar activos como bonos del Estado o de empresas para proporcionar liquidez. En 2016, el banco redobló su estrategia y relajó aún más la política introduciendo primero tipos de interés negativos y controlando después directamente el rendimiento de sus bonos del Estado a 10 años.
El estímulo masivo del Banco de Japón ha provocado la depreciación del Yen frente a sus principales pares monetarios. Este proceso se ha exacerbado más recientemente debido a una creciente divergencia de políticas entre el Banco de Japón y otros bancos centrales principales, que han optado por aumentar bruscamente los tipos de interés para combatir unos niveles de inflación que llevan décadas en máximos históricos. La política del Banco de Japón de mantener los tipos bajos ha provocado un aumento del diferencial con otras divisas, arrastrando a la baja el valor del Yen.
La debilidad del Yen y el repunte de los precios mundiales de la energía han provocado un aumento de la inflación japonesa, que ha superado el objetivo del 2% fijado por el Banco de Japón. Aun así, el Banco de Japón juzga que todavía no se vislumbra la consecución sostenible y estable del objetivo del 2%, por lo que parece improbable un cambio brusco de la política monetaria actual.