Investing.com — Bank of America (NYSE:BAC) (BofA) mantiene una visión negativa sobre las acciones europeas a pesar de los signos de mejora en los fundamentos estructurales en todo el continente.
Si bien los cambios en la política monetaria en Alemania y la Unión Europea sugieren un potencial a largo plazo para la recuperación, BofA advierte que los riesgos a corto plazo y las valoraciones se han vuelto menos atractivos tras el reciente repunte.
Las acciones europeas han aumentado un 18% desde mediados de abril, reduciendo la brecha con los máximos históricos. Pero este repunte "deja a las acciones europeas con precios que anticipan un crecimiento global más fuerte", un escenario que BofA no cree que se materialice.
El banco ve un debilitamiento del impulso en el crecimiento global y pronostica una caída de más del 10% para el índice STOXX 600 desde los niveles actuales.
A pesar de una mejor perspectiva para factores estructurales —como la flexibilización fiscal de Alemania, las iniciativas de gasto en defensa de la UE y los renovados esfuerzos de integración— BofA argumenta que estos factores tardarán en influir en los beneficios y el PIB.
"Nuestros economistas siguen escépticos sobre las perspectivas de crecimiento a corto plazo", señala el informe, citando proyecciones de apenas un 2,5% de crecimiento nominal del PIB para la zona euro en 2025, en comparación con el 4-4,5% para EE.UU.
"Es decir, los catalizadores para un posible fin del rendimiento estructural inferior de las acciones europeas están apareciendo, pero podría llevar tiempo y algo de suerte para que comiencen a reflejarse en los datos", añadieron los estrategas liderados por Sebastian Raedler.
La postura del banco también está influenciada por métricas de valoración. La prima de riesgo de las acciones europeas ha caído a un mínimo de 18 años del 4,8%, lo que sugiere un colchón limitado contra sorpresas negativas.
En los niveles actuales, los mercados están descontando una recuperación en los datos del Índice de Gestores de Compras (PMI) global, algo que BofA considera demasiado optimista, dada su expectativa de una desaceleración en el crecimiento global en los próximos meses.
"Seguimos negativos sobre las acciones europeas en términos absolutos, y neutrales sobre las acciones europeas frente a las globales", dijeron los estrategas, señalando que el reciente mejor rendimiento desde el cuarto trimestre ha descontado "un impulso de crecimiento relativo más fuerte de lo que creemos que se materializará en el corto plazo".
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