
Por Laura García
TEGUCIGALPA, 4 dic (Reuters) - El expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández no regresará de inmediato a su país tras haber abandonado esta semana la cárcel en Estados Unidos gracias a un indulto del mandatario Donald Trump, dijo la esposa del hondureño a Reuters, justificando la medida por motivos de seguridad.
Hernández, quien gobernó la empobrecida nación centroamericana por dos períodos consecutivos entre 2014 y 2022, abandonó el lunes la prisión de Hazelton, en el estado de Virginia Occidental, luego de que Trump firmara su indulto casi cuatro años después de que fuera detenido en Tegucigalpa a pocos días de terminar su mandato y extraditado a Estados Unidos bajo cargos de tráfico de drogas y armas.
"Debido a las múltiples decisiones que tomó Juan Orlando siendo presidente, a que muchos de los delincuentes se prestaron a ser testigos en el juicio y algunos de ellos fueron liberados ya, hay una situación de mucha inseguridad en el país (Honduras) para él", dijo el miércoles Ana García en una entrevista con Reuters en su casa, ubicada en una zona exclusiva de Tegucigalpa.
"No es el momento oportuno para que él pueda exponerse aquí", agregó. "A partir del próximo año, con un nuevo gobierno que tenemos la certeza que será del (Partido) Nacional (...) vamos a ver las condiciones que se den", consideró.
La tarde del miércoles, los resultados preliminares de las elecciones presidenciales del domingo le daban una ligera ventaja al candidato del Partido Liberal sobre el aspirante del Partido Nacional, cuando aún faltaba por contabilizar un 22% de las actas.
En marzo de 2024, un jurado de Manhattan declaró a Hernández culpable de aceptar millones de dólares en sobornos para proteger cargamentos de cocaína con destino a Estados Unidos pertenecientes a traficantes a los que alguna vez declaró públicamente combatir. El exmandatario, un abogado de 57 años, fue sentenciado en junio del año pasado a 45 años de cárcel.
En su sentencia, Hernández dijo haber sido víctima de narcotraficantes que testificaron en su contra después de que él ayudó a extraditarlos a Estados Unidos.
"Fue un juicio injusto, sin pruebas, nunca hubo una prueba contra Juan Orlando, nunca hubo una evidencia científica", defendió García, una abogada hondureña de 56 años, casada con Hernández desde 1990 y con quien tiene tres hijos. "Todo se basó en el el testimonio de narcotraficantes confesos que buscaban vengarse y salir de la cárcel", agregó.
Hernández escribió una extensa carta a Trump en la que se autodenominó blanco político del gobierno del expresidente Joe Biden, comparándose con el exempresario neoyorquino, quien enfrentó varios juicios tras su primer mandato, liderados en parte por el Departamento de Justicia.
HACIENDO FRENTE A LA JUSTICIA
A pesar de defender la inocencia de su esposo, García, quien quedó segunda en las primarias del Partido Nacional para escoger a su candidato presidencial para las elecciones del domingo, insistió en que si se abriera alguna causa penal contra él en Honduras, la enfrentarían sin huir del país.
"Si existiera alguna causa, si existiera alguna acusación, nosotros la vamos a enfrentar. Yo me quedé en este país desde el día que se llevaron a mi esposo. Yo no salí de Honduras, yo no me escondí, yo no me fui huyendo, siempre he estado aquí, dispuesta a dar la cara y enfrentar las situaciones que se den", dijo. "Vamos a enfrentar cualquier situación, pero tampoco vamos a tolerar que se quiera abusar de mi esposo", agregó.
García relató que Hernández se encuentra "en un lugar seguro" en Estados Unidos y que el gobierno de Trump le ha dado la protección requerida. Agregó que está bien de salud y "espiritualmente está muy bien y con una moral muy alta".
El perdón para Hernández ha sido criticado por quienes aseguran que la medida interfirió en las elecciones presidenciales del domingo, inclinando la balanza para el candidato nacionalista, Nasry Asfura, por quien Trump pidió votar.
"Él (Trump) como un socio regional, como alguien que conoce el panorama mundial, decidió hablar a favor de la democracia en Honduras, evitar que viniera un régimen como el de Venezuela, como el de Cuba, a apoderarse definitivamente de nuestro país. El presidente sí nos ayudó, el presidente Donald Trump sí ayudó al país proteger la democracia", dijo García.
"Sí reconozco que tuvo un impacto, pero es un impacto de alguien que está preocupado genuinamente de la situación del país", agregó.
Estados Unidos, el mayor socio comercial de Honduras y donde viven más de 1.2 millones de hondureños, ha estado profundamente involucrado en la política del país centroamericano durante años. A principios de la década de 1980, el Pentágono y las agencias de inteligencia estadounidenses mantuvieron una estrecha relación con la dictadura militar hondureña y utilizaron a Honduras como plataforma para intervenir en países vecinos, en particular en Nicaragua, donde Washington apoyó firmemente a la contrainsurgencia de derecha.
En 2017, el gobierno estadounidense respaldó la reelección de Hernández a pesar de las masivas acusaciones de fraude, confirmadas por observadores electorales.