WASHINGTON, 18 ago (Reuters) - El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el lunes que firmaría un decreto para poner fin al uso de las papeletas por correo y las máquinas de votación antes de las elecciones de mitad de mandato de 2026, una medida que probablemente favorecerá de manera desproporcionada a su Partido Republicano.
Sin embargo, las elecciones federales se administran a nivel estatal y no está claro si el presidente tiene la facultad constitucional para promulgar la medida. Es probable que algunos estados presenten impugnaciones legales.
Dado que los votantes demócratas suelen utilizar más las papeletas por correo que los republicanos, la promesa de Trump es su último esfuerzo por remodelar el campo de batalla de las elecciones de mitad de mandato en beneficio de su partido.
También ha instado a los republicanos de estados como Texas e Indiana a rediseñar los distritos electorales para aumentar las posibilidades de que salga elegido un candidato republicano.
Las elecciones del 3 de noviembre de 2026 serán el primer referéndum nacional sobre las políticas internas y externas de Trump desde que volvió al poder en enero. Los demócratas tratarán de romper el control republicano tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado para bloquear la agenda interna del mandatario.
"Voy a liderar un movimiento para deshacernos de las PAPELETAS POR CORREO, y también, ya que estamos, de las MÁQUINAS DE VOTACIÓN Altamente 'Inexactas', Muy Caras y Seriamente Controversiales", escribió en una publicación en las redes sociales.
Más tarde, en la Casa Blanca, Trump dijo que su Partido Republicano debe apoyar el nuevo decreto si quiere conservar el poder, y señaló que la orden está en proceso de redacción.
Trump, que ha promovido la falsa narrativa de que él, y no el demócrata Joe Biden, ganó las elecciones de 2020, lleva mucho tiempo poniendo en duda la seguridad de las papeletas por correo, aunque las pruebas de fraude electoral son muy escasas.
Durante años también ha pedido el fin de las máquinas de votación electrónica, impulsando en su lugar el uso de papeletas de papel y recuentos manuales, un proceso que, según los funcionarios electorales, es lento, costoso y mucho menos preciso que el recuento mecánico.