BEIRUT, 18 ago (Reuters) - El enviado especial de Estados Unidos, Thomas Barrack, declaró el lunes que Israel debería cumplir un plan según el cual el grupo miliciano libanés Hezbolá quedaría desarmado a finales de año a cambio del cese de las operaciones militares israelíes en Líbano.
El plan establece una hoja de ruta por fases para que los grupos armados entreguen sus arsenales a medida que el ejército israelí detiene sus operaciones terrestres, aéreas y marítimas y retira sus soldados del sur de Líbano.
El gabinete libanés aprobó los objetivos del plan a principios de mes a pesar de la negativa de Hezbolá a desarmarse, y Barrack dijo que ahora le tocaba a Israel cooperar.
"Siempre hay que ir paso a paso, pero creo que el Gobierno libanés ha hecho su parte del trabajo. Han dado el primer paso. Ahora lo que necesitamos es que Israel cumpla con ese apretón de manos igualitario", declaró Barrack a la prensa en Líbano tras reunirse con el presidente libanés, Joseph Aoun.
Barrack describió el decreto del gabinete como una "decisión de Líbano que requiere la cooperación de Israel" y dijo que Estados Unidos estaba "en proceso de discutir ahora con Israel cuál es su posición", pero no dio más detalles.
Según la primera fase del plan, a la que tuvo acceso Reuters, el Gobierno libanés emitiría una decisión por la que se comprometería al desarme total de Hezbolá para finales de año e Israel cesaría las operaciones militares en territorio libanés.
Sin embargo, Israel ha continuado sus ataques contra Líbano en las semanas transcurridas desde que el gabinete aprobó el plan.
En una declaración escrita tras su reunión con Barrack, Aoun afirmó que ahora era necesario que "otras partes" se comprometieran con el contenido de la hoja de ruta.
Desde la guerra con Israel del año pasado, en la que murieron 5.000 combatientes y gran parte de la cúpula del grupo, y que dejó en ruinas gran parte del sur de Líbano, se han multiplicado los llamamientos a Hezbolá para que se desarme.
Pero el grupo se ha resistido a la presión, negándose a hablar de su arsenal hasta que Israel ponga fin a sus ataques y retire sus tropas del sur de Líbano.
El viernes, el líder de Hezbolá, Naim Qasem, evocó el espectro de la guerra civil y advirtió de que "no habría vida" en Líbano si el Estado intentaba enfrentarse al grupo o eliminarlo.