Por Luis Jaime Acosta
BOGOTÁ, 16 jun (Reuters) - El estado de salud del senador colombiano Miguel Uribe se agravó el lunes por un edema cerebral persistente y un sangrado intracerebral de difícil control, por lo que su condición es extremadamente crítica, informó la clínica Santa Fe después de que fue sometido a una intervención quirúrgica de urgencia.
Uribe, de 39 años y aspirante a la candidatura del opositor partido Centro Democrático para las elecciones presidenciales del 2026, recibió dos disparos en la cabeza y uno en la pierna izquierda hace más de una semana, cuando participaba en una reunión política en el occidente de Bogotá.
"Miguel Uribe Turbay salió de cirugía y su condición es extremadamente crítica caracterizada por edema cerebral persistente y sangrado intracerebral de difícil control", dijo un comunicado oficial. "Por lo anterior, la condición del paciente es de máxima gravedad".
El político fue sometido a una intervención quirúrgica el fin de semana, la segunda después del ataque, pero el lunes se detectó un sangrado que obligó a los médicos a llevarlo de nuevo al quirófano.
Uribe es un fuerte crítico de la política de paz del presidente izquierdista Gustavo Petro y promueve la libre empresa, así como la recuperación de la seguridad enfrentando con mano dura el narcotráfico y los grupos armados ilegales.
Miles de personas salieron el domingo a las calles de las principales ciudades de Colombia en la denominada "Marcha del Silencio" para rechazar la violencia y pedir por la pronta recuperación del político.
Las autoridades que investigan el atentado no han establecido aún las causas del ataque ni quiénes lo ordenaron.
Sin embargo, el Gobierno de Petro insinuó la semana pasada, sin suministrar pruebas, que la "mafia" podría estar implicada y también sugirió la posible responsabilidad de una facción disidente de la antigua guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que rechazó un acuerdo de paz del 2016.
Pero la facción disidente de las FARC negó el viernes ser responsable del atentado contra Uribe, aunque sí aceptó la autoría de una serie de ataques con bombas en el suroeste del país, que dejaron siete personas muertas y más de cincuenta heridas.
El atentado, grabado en decenas de videos difundidos por las redes sociales, conmocionó a Colombia, provocó condenas y recordó la violencia que azotó al país hace más de tres décadas, cuando cuatro candidatos presidenciales fueron asesinados en ataques atribuidos a narcotraficantes aliados con escuadrones paramilitares.
La esposa de Uribe, María Claudia Tarazona, pidió una oración por la recuperación del político.
"Con el corazón en la mano, tengo que decirles que está librando la batalla más difícil que habíamos transitado hasta el día de hoy. Por eso salgo para pedirle a cada uno de los colombianos (...) que hagamos una oración masiva. El día de hoy es crucial", aseguró en una declaración a periodistas.
Un menor de 15 años acusado de disparar contra el senador fue aprehendido minutos después del atentado, mientras que durante las investigaciones otras dos personas fueron capturadas acusadas de haber participado en la logística y organización del ataque, según la Fiscalía General.
Uribe, casado y padre de un hijo, procede de una destacada familia política.
Su abuelo Julio César Turbay fue presidente entre 1978 y 1982 y su madre, la periodista Diana Turbay, murió en 1991 en un fallido intento de rescate mientras permanecía secuestrada por el Cartel de Medellín que dirigía el narcotraficante Pablo Escobar.