Investing.com — El dólar estadounidense, ya debilitado por la incertidumbre arancelaria y los temores de recesión, probablemente experimentará una mayor caída, según el economista jefe de Goldman Sachs (NYSE:GS), Jan Hatzius.
El dólar ha visto una disminución de más de 4.5% en abril, marcando su mayor caída mensual desde finales de 2022. Esto ha llevado a especulaciones sobre una crisis de confianza en la principal moneda de reserva mundial.
Este año, el dólar ha caído un 8% frente a una cesta de otras monedas principales. Hatzius sugiere que caídas adicionales podrían empeorar las presiones de precios, especialmente porque los aranceles ya están causando inflación.
En un artículo de opinión en el Financial Times, Hatzius señala que un dólar más débil podría potencialmente reducir el déficit comercial de EE.UU. y proteger la economía de una recesión. Sin embargo, advierte que los factores que causan la debilidad del dólar podrían anular los efectos de una moneda más débil en las condiciones financieras.
"A menudo evito preguntas sobre el dólar. Un amplio cuerpo de literatura académica y mi propia experiencia como pronosticador económico me han enseñado que predecir tipos de cambio es incluso más difícil que predecir crecimiento, inflación y tasas de interés.
Pero con toda humildad, creo que la reciente depreciación del dólar del 5% en una base amplia ponderada por el comercio tiene considerablemente más camino por recorrer", escribió.
Basándose en datos históricos, Hatzius señala que dos períodos con valoraciones del dólar similares a las actuales —mediados de los 80 y principios de 2000— llevaron a una depreciación del 25-30%.
El FMI estima que los inversores no estadounidenses poseen alrededor de 22 billones de dólares en activos estadounidenses, que Hatzius sugiere podrían constituir un tercio de las carteras combinadas. Se cree que la mitad está en acciones, a menudo sin cobertura para movimientos de divisas.
Hatzius también destaca el déficit de cuenta corriente de EE.UU. de 1.1 billones de dólares, que debe equilibrarse con una entrada neta de capital del mismo monto cada año. Esto se logra típicamente mediante compras extranjeras de activos estadounidenses, lo que significa que una pausa en tales compras podría impactar negativamente al dólar.
La importancia de estos factores sería menor si la economía estadounidense continuara superando a sus pares, pero esto parece improbable. El FMI recientemente predijo que el crecimiento económico de EE.UU. disminuirá un punto porcentual completo al 1.8% en 2025, desde el 2.8% del año pasado.
A pesar de la debilidad prevista del dólar, Hatzius no cree que esto señale una pérdida de su estatus como moneda de reserva.
"Salvo choques extremos, creemos que las ventajas del dólar como medio global de intercambio y depósito de valor están demasiado arraigadas para que otras monedas las superen", concluyó.
Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.