Investing.com — La propiedad extranjera de activos estadounidenses ha aumentado considerablemente en la última década, pero la escala e implicaciones de esa exposición apenas comienzan a verse con mayor claridad.
Los analistas de Deutsche Bank (ETR:DBKGn) profundizan en las cifras y advierten que el resto del mundo, especialmente Europa, podría estar manteniendo posiciones desproporcionadas y potencialmente riesgosas en los mercados estadounidenses.
Actualmente, los extranjeros poseen $7 billones en renta fija estadounidense y $18 billones en acciones. Desde 2010, esto representa un aumento de $3 billones y $15 billones respectivamente.
Pero el punto clave, según Deutsche Bank, es que "un sorprendente 90% puede atribuirse a la apreciación de los valores subyacentes de los activos estadounidenses en lugar de nuevos flujos".
En otras palabras, las carteras extranjeras se han vuelto cada vez más ponderadas hacia Estados Unidos principalmente porque los mercados estadounidenses han experimentado un auge, no porque los inversores hayan realizado reasignaciones conscientes.
Para obtener una idea más clara de la exposición, Deutsche Bank analiza el tamaño relativo de las carteras. En Europa, los activos estadounidenses representaban aproximadamente el 5% de las carteras totales en 2010.
Para 2024, esa participación había aumentado al 20%. En Japón, el aumento fue del 8% al 16%. "La participación de las tenencias totales de carteras estadounidenses se ha cuadruplicado en Europa", dijeron los analistas, con la mayor parte del cambio concentrado en acciones.
Este aumento ha seguido ampliamente el creciente peso de los mercados estadounidenses a nivel mundial. A medida que aumentaba la participación de EE.UU. en las acciones y bonos globales, las tenencias extranjeras siguieron el mismo camino, en muchos casos de manera pasiva.
La correduría ofrece dos interpretaciones: "La interpretación más benigna es que los extranjeros simplemente han seguido pasivamente el aumento de las valoraciones agregadas... La interpretación más preocupante es que esto ha dejado a los extranjeros, especialmente a los europeos, con un enorme sobrepeso en sus carteras en relación con la historia, especialmente en los mercados de renta variable estadounidenses que tienden a no estar cubiertos frente al riesgo cambiario".
Esa exposición sin cobertura, particularmente en acciones, es lo que Deutsche Bank señala como una vulnerabilidad clave.
Los datos sobre cobertura cambiaria son escasos, pero el informe señala cifras disponibles de Japón, Suecia y la zona euro que sugieren que "la exposición directa sin cobertura en divisas al stock de activos estadounidenses es muy alta".
El riesgo no es teórico. "Un cambio sostenido en la asignación de USD por parte de inversores extranjeros más cercana a las normas históricas tiene el potencial de generar enormes flujos negativos para el dólar", dijo la correduría.
Ese tipo de reequilibrio, si se materializa, podría tener amplias consecuencias para el dólar y los mercados globales.
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