Investing.com — Una moneda de reserva gana su papel no solo por el tamaño económico, sino por ofrecer confianza, liquidez y aceptación institucional.
Aunque UBS (SIX:UBSG) Global Research no define directamente las características de una moneda de reserva, su análisis de metales preciosos destaca muchos de los rasgos que los inversores buscan en un depósito de valor, rasgos que son paralelos a los de una moneda de reserva.
En un mercado dominado por la incertidumbre, el oro sigue siendo el activo preferido. UBS señala que el oro se beneficia del apoyo del sector oficial, algo que la plata, el platino y el paladio no tienen.
Este respaldo refuerza la posición del oro como activo de reserva confiable, particularmente durante tensiones geopolíticas y económicas.
El comportamiento de los inversores confirma esta tendencia. Mientras que los ETF de oro han registrado ganancias este año, las tenencias de ETF de plata se han mantenido estables.
UBS señala que la cautela de los inversores hacia la plata, a pesar de la escasa oferta, proviene de la ausencia de demanda institucional y las dudas persistentes sobre el crecimiento industrial.
En contraste, el oro continúa atrayendo flujos constantes, reflejando una preferencia por activos con profunda liquidez y un historial de rendimiento bajo presión.
El bróker también señala que los metales blancos permanecen en déficits estructurales de suministro. Sin embargo, esa escasez no se ha traducido en una demanda sostenida de los inversores.
UBS señala que los inversores han sido reacios a utilizar la plata o el platino como sustitutos del oro, reforzando la idea de que la confianza institucional y la relevancia de la política monetaria importan más que las condiciones del mercado por sí solas.
El platino y el paladio también carecen de características de activo de reserva. El platino carece de un catalizador claro de demanda, y la fortuna del paladio está demasiado estrechamente vinculada al sector automotriz.
UBS reconoce cierto riesgo al alza vinculado a las restricciones de suministro, pero ninguno de los dos metales ha atraído flujos significativos de inversores.
La liquidez limitada y la sensibilidad del mercado los hacen inadecuados como activos de reserva, incluso si los precios suben a corto plazo.
El comentario de UBS finalmente subraya que lo que hace a una moneda de reserva, o un activo de reserva, no es solo la perspectiva de precio o el equilibrio entre oferta y demanda.
Más bien, es la demanda constante, el respaldo del sector oficial y la confianza de los inversores lo que define el valor duradero.
El oro demuestra esas cualidades hoy. Los metales blancos, con todos sus usos industriales y oferta limitada, no lo hacen.
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