Investing.com - El lunes, el vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, se dirigió a la Cumbre de Dinamismo Americano, donde presentó una crítica concisa del experimento de globalización, argumentando que finalmente ha fracasado. Vance señaló dos defectos principales en el enfoque tradicional de la globalización que, según él, han llevado a su caída.
El primer punto de Vance abordó la idea errónea de que los procesos de producción y diseño podían separarse geográficamente sin consecuencias. Explicó que, si bien la idea inicial era que las naciones más ricas se encargaran del trabajo de diseño de alto valor y los países más pobres gestionaran la fabricación, esta división no se mantuvo en la práctica. A medida que las regiones manufactureras desarrollaron sus capacidades, también comenzaron a destacar en diseño, creando una desventaja competitiva para los países que habían deslocalizado su producción.
"Resulta que las geografías que se encargan de la fabricación se vuelven sumamente buenas en el diseño de cosas", dijo Vance.
El vicepresidente también discutió los efectos perjudiciales de depender de mano de obra barata, comparándola con una muleta que obstaculiza la innovación. Vance argumentó que la búsqueda de costos laborales más bajos, ya sea mediante la deslocalización o la inmigración, ha llevado a un estancamiento en la productividad en las economías occidentales. Sugirió que los costos laborales más altos podrían realmente incentivar a las empresas a innovar, utilizando el ejemplo del aumento de la automatización en respuesta al incremento de los salarios mínimos.
"La mano de obra barata es fundamentalmente una muleta, y es una muleta que inhibe la innovación", añadió Vance. "Incluso podría decir que es una droga a la que demasiadas empresas estadounidenses se volvieron adictas".
Vance enfatizó la importancia de la innovación, especialmente en el contexto de las empresas estadounidenses, y alentó un cambio para alejarse de la búsqueda de mano de obra cada vez más barata. Instó tanto a los optimistas tecnológicos como a los populistas a reconocer que el fracaso de la lógica de la globalización no debe verse como un fracaso de la innovación, sino más bien como un obstáculo para ella. Para concluir, Vance defendió la innovación estadounidense como la solución para superar los desafíos planteados por la globalización.
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