EXCLUSIVA-El nominado de Trump para la Fuerza Aérea organizó un contrato de satélites de manera que favoreció a SpaceX de Musk, dicen las fuentes

Por Joey Roulette, Marisa Taylor y Aram Roston

WASHINGTON, 7 feb (Reuters) - El nominado del presidente Donald Trump como secretario de la Fuerza Aérea, actualmente un alto funcionario de la agencia nacional de satélites espía, organizó una solicitud de contrato multimillonaria de una manera que favoreció a SpaceX de Elon Musk, según siete personas familiarizadas con el contrato.

Los cambios en los requisitos para el contrato clasificado llevaron al inspector general de la agencia, la Oficina Nacional de Reconocimiento, a investigar si el funcionario, Troy Meink, había dirigido indebidamente la transacción hacia SpaceX, dijeron dos de las personas a Reuters. La empresa espacial de Musk ganó finalmente el contrato (link) en 2021. No está claro si el inspector general concluyó un informe o si sigue en marcha alguna investigación.

Ni las acusaciones relacionadas con el contrato ni la investigación del inspector general habían sido publicadas anteriormente.

Un portavoz de la NRO dijo por correo electrónico que la agencia "no tiene conocimiento de ninguna acusación, protesta o irregularidad relacionada con la contratación" a la que se refiere Reuters. Declinó comentar "detalles relacionados con las relaciones contractuales con socios industriales o actividades específicas"

El inspector general, Terrence Edwards, a través del portavoz de la NRO dijo que su oficina "no proporciona ninguna información sobre posibles denuncias o actividades de investigación."

Las denuncias se producen mientras Meink, un ingeniero y ex oficial militar que ha servido como subdirector principal de la NRO desde 2020, espera la confirmación de su nominación para dirigir la Fuerza Aérea. Su nominación, dijeron dos de las personas a Reuters, siguió una recomendación de Musk, el empresario multimillonario convertido en asesor de Trump que ha influido en los nombramientos de la Casa Blanca y ha causado revuelo por posibles conflictos de intereses debido a que sus diversas compañías, incluida SpaceX, realizan grandes negocios con el gobierno federal.

Ni Musk ni SpaceX respondieron a las solicitudes de comentarios para este informe. Un portavoz de la Fuerza Aérea remitió las consultas a la Casa Blanca. La oficina de prensa de la Casa Blanca no respondió a las peticiones de Reuters.

Durante el tiempo que Meink estuvo en la NRO, SpaceX cimentó una fuerte relación con la agencia, dijeron a Reuters las personas familiarizadas con el contrato. El contrato de 2021 consistía en desarrollar cientos de satélites espía para recoger y retransmitir imágenes de alta resolución de objetivos militares y de inteligencia en todo el mundo.

Se trataba de una transacción fundamental para SpaceX, que estrechaba sus lazos con los servicios de defensa e inteligencia estadounidenses. Valorado inicialmente en 1.800 millones de dólares, se espera que el contrato se multiplique varias veces a medida que se despliegue la red de satélites. Reuters no pudo ver el contrato, que es clasificado; el Gobierno no ha hecho públicos los detalles del mismo ni ha confirmado la participación de SpaceX.

Según cuatro de estas personas, mientras otros contratistas preparaban ofertas competitivas, Meink modificó una parte del contrato que, de hecho, convertía a SpaceX en la empresa más adecuada para cumplirlo. Los cambios, añadieron, tenían que ver con un tipo de comunicaciones entre satélites que SpaceX podía ofrecer para la red de satélites espía gracias a Starlink, su servicio comercial de banda ancha, con unos 7.000 satélites en órbita.

Reuters no pudo determinar si el cambio fue un intento deliberado de excluir a otros licitadores o si SpaceX, la mayor empresa espacial privada del mundo y la de más rápido crecimiento, habría ganado el contrato incluso sin él. Sea como fuere, el resultado fue que "nadie podía competir con (SpaceX) porque nadie más tenía una constelación comercial a la que pudiera conectarse", dijo una de las personas con conocimiento del contrato.

En aquel momento, según las fuentes, algunas de las personas que participaron en el proceso de licitación se quejaron a los funcionarios de la NRO, lo que en última instancia condujo a la investigación del inspector general. En el caso de L3Harris Technologies, un contratista molesto por los cambios, Meink habló directamente con la empresa y le dijo que sus futuros negocios con la agencia podrían verse perjudicados si presentaba una protesta formal, según dijeron a Reuters tres personas familiarizadas con la interacción.

L3Harris LHX.N no respondió a preguntas detalladas de Reuters sobre el proceso de contratación. En una declaración enviada por correo electrónico, un portavoz dijo que la compañía "ha visto la transformación de la NRO bajo el liderazgo de Troy Meink" y "esperamos con interés trabajar con él como nuevo Secretario de la Fuerza Aérea."

La constelación clasificada de satélites espía representa uno de los desarrollos en órbita más solicitados por el gobierno estadounidense. Diseñados para ofrecer la cobertura más persistente, omnipresente y rápida de las actividades en la Tierra, los satélites son un elemento crucial de los esfuerzos estadounidenses por superar a China, Rusia y otros rivales en la búsqueda de ventajas militares y geopolíticas en el espacio.

Desde el año pasado se han lanzado más de cien satélites de la constelación, según datos públicos de seguimiento espacial y personas familiarizadas con el programa. La constelación espía, desplegada por la unidad Starshield de SpaceX, es distinta de Starlink, una red comercial de comunicaciones con más de cuatro millones de clientes. Pero los dos sistemas de satélites están diseñados para comunicarse entre sí en el espacio.