FRÁNCFORT, 11 jun (Reuters) - Las políticas comerciales coercitivas no logran resolver los desequilibrios financieros y el riesgo de daño económico mutuo es tan grande que todas las partes deben sopesar ajustes en su política económica para resolver las tensiones, dijo el miércoles la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde.
Estados Unidos desencadenó una agitación económica mundial en abril cuando dio a conocer una serie de aranceles sobre la mayoría de los países y los flujos comerciales se han visto interrumpidos mientras los países negocian con el Gobierno de Donald Trump.
Lagarde, en una inusual visita a Pekín, dijo que todos los países deben asumir su responsabilidad y ajustar las políticas que han llevado a un exceso de oferta o de demanda, de lo contrario las barreras comerciales y sus probables represalias erosionarán la prosperidad mundial.
"Hemos sido testigos de un fuerte aumento en el uso de políticas industriales destinadas a impulsar la capacidad interna", dijo Lagarde en el Banco Popular de China. "Desde 2014, las intervenciones relacionadas con las subvenciones que distorsionan el comercio mundial se han más que triplicado a nivel mundial".
China ha dependido ampliamente de los subsidios durante décadas, especialmente en el caso de la producción centrada en la exportación, y los críticos argumentan que esto da a sus empresas una ventaja injusta que se utiliza para desplazar la producción en otros lugares.
Pero China no es el único país que recurre a las subvenciones y otros, sobre todo en los mercados emergentes, están recurriendo a este tipo de sistemas, dijo Lagarde.
Mientras tanto, la participación de Estados Unidos en la demanda mundial se ha disparado en los últimos años, lo que refleja en parte un gasto excesivo en el sector público, que contribuye a los desequilibrios, argumentó Lagarde.
La resolución del conflicto pasa por un mayor respeto de las normas mundiales y por la firma de acuerdos bilaterales o regionales basados en el beneficio mutuo.