TradingKey - Antes de la visita oficial del presidente estadounidense Donald Trump a Arabia Saudí, Saudi Aramco -la gallina de los huevos de oro del reino y el mayor productor de petróleo del mundo- publicó su informe de resultados del primer trimestre de 2025. Afectados por la persistente debilidad de los precios mundiales del petróleo, los beneficios de Saudi Aramco cayeron un 4,6% interanual en el primer trimestre, lo que indica unas perspectivas de crecimiento más inciertas en el futuro.
Según los resultados financieros publicados el 11 de mayo, Aramco registró unos ingresos totales de 108.170 millones de USD en los tres meses finalizados el 31 de marzo, lo que representa un modesto aumento interanual del 0,9%. Sin embargo, el beneficio neto disminuyó un 4,6%, hasta 26.000 millones de dólares, por debajo de las expectativas del mercado, que lo situaban en 25.300 millones.
El flujo de caja libre cayó a 19.200 millones de USD desde los 22.800 millones del mismo periodo del año anterior, mientras que el flujo de caja operativo también descendió a 31.700 millones de USD desde los 33.600 millones.
Además, los pagos trimestrales de dividendos de la empresa se redujeron de 31.000 millones USD a 21.360 millones USD. El dividendo variable ligado a los resultados se redujo a sólo 219 millones de dólares, un 98% menos que su máximo tras el conflicto entre Rusia y Ucrania en 2022, cuando los precios del petróleo subieron bruscamente.
CNBC informa de que estas cifras ponen de relieve la creciente presión sobre el balance del gigante petrolero estatal saudí, ya que los precios del petróleo no muestran signos de recuperación y la demanda mundial se ralentiza en medio de las actuales tensiones comerciales.
El Consejero Delegado de Saudi Aramco, Amin H. Nasser, señaló que la dinámica del comercio mundial afectó a los mercados energéticos en el primer trimestre de 2025, y que la incertidumbre económica repercutió en los precios del petróleo.
Los ingresos del petróleo son la columna vertebral de las finanzas del gobierno saudí, ya que el año pasado representaron el 62% de los ingresos fiscales. Como única empresa petrolera estatal del país, Saudi Aramco es ampliamente considerada como la «vaca lechera» de Arabia Saudí. Ante la posible reducción de los ingresos del petróleo, el gobierno saudí ya ha empezado a recortar importantes proyectos fiscales.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que Arabia Saudí necesita un precio del petróleo de unos 90 dólares por barril para mantener el equilibrio presupuestario. Sin embargo, los precios internacionales del crudo se han mantenido débiles en lo que va de año. El crudo WTI ha caído desde los cerca de 80 USD por barril de principios de año hasta los 62,94 USD actuales, lo que supone un descenso de más del 20%. El crudo Brent ha experimentado una caída similar.
El desplome de los precios del petróleo se debe a una combinación de aumento de la oferta y debilitamiento de la demanda: La OPEP está ajustando gradualmente su política de recortes de producción introducida en 2022, mientras que la guerra comercial mundial de la administración Trump está frenando el crecimiento económico mundial y, en consecuencia, la demanda de petróleo.
En particular, los aranceles recíprocos de Trump comenzaron a entrar en vigor en abril, lo que significa que el último informe financiero de Saudi Aramco solo refleja las condiciones del primer trimestre. Con instituciones de Wall Street como Goldman Sachs y JPMorgan pronosticando nuevos descensos en los precios del petróleo en los próximos dos años, las perspectivas de rendimiento futuro de Saudi Aramco parecen cada vez más sombrías.