
16 dic (Reuters) - El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que está considerando firmar (link) una orden ejecutiva para reclasificar la marihuana como una droga menos peligrosa, aunque no ofreció un calendario para la medida.
Una reclasificación podría aliviar las sanciones penales y remodelar la industria de la marihuana al reducir las cargas fiscales y facilitar que las empresas obtengan financiación.
Se esperaba que Trump emitiera una orden ejecutiva tan pronto como el lunes, según informaron los medios de comunicación la semana pasada.
Los valores vinculados al cannabis que cotizan en Estados Unidos, como Canopy Growth WEED.TO, CGC.O Organigram Global OGI.TO, SNDL SNDL.CD, Aurora Cannabis ACB.O, Trulieve Cannabis TRUL.CD y Tilray Brands TLRY.O cerraron con caídas de entre el 4% y el 13%.
Las acciones, sin embargo, se mantienen por encima de los niveles (link) en los que estaban cuando se conoció la noticia de la posible reclasificación la semana pasada.
He aquí lo que tal medida podría significar para las empresas.
¿QUÉ IMPLICA LA RECLASIFICACIÓN?
En virtud de la Ley de Sustancias Controladas de EEUU, la marihuana figura en la Lista I de sustancias, como la heroína, lo que significa que tiene un alto potencial de abuso y ningún uso médico aceptado en la actualidad.
El año pasado, la administración Biden pidió al Departamento de Salud y Servicios Humanos que revisara la clasificación de la marihuana (link), y la agencia recomendó trasladarla a la Lista III, una categoría para sustancias con un riesgo moderado o bajo de dependencia física o psicológica, como los esteroides.
La Agencia Antidroga debe revisar la recomendación y decidir sobre la reclasificación.
¿CUÁLES SERÍAN LAS IMPLICACIONES FISCALES?
Uno de los mayores beneficios de una reclasificación sería que las empresas de cannabis dejarían de estar sujetas a la Sección 280E del código fiscal federal estadounidense.
Esta disposición impide a las empresas que comercian con sustancias controladas de las Listas I y II reclamar créditos fiscales y deducciones por gastos empresariales.
¿QUÉ OCURRE CON EL SECTOR?
La clasificación en la Clase III podría facilitar el acceso bancario a los productores de marihuana, atraer a inversores institucionales, reducir los impuestos y estimular las fusiones y adquisiciones.
Garantizar la financiación sigue siendo uno de los mayores retos para los productores de cannabis, ya que las restricciones federales mantienen a la mayoría de los bancos e inversores institucionales fuera del sector, obligando a los productores de marihuana a recurrir a préstamos costosos o a prestamistas alternativos.
El Congreso también lleva tiempo debatiendo nuevas medidas. El proyecto de ley Secure and Fair Enforcement Regulation Banking Act (SAFER), presentado en 2023, garantizaría que todas las empresas, incluidas las de cannabis autorizadas por el estado, tengan acceso a cuentas de depósito, seguros y otros servicios financieros.
¿QUÉ VIENE DESPUÉS?
Los analistas de TD Cowen habían dicho que la legalización total sigue siendo poco probable, citando la falta de apoyo significativo en el Congreso y los límites de hasta dónde puede llegar la Administración para el Control de Drogas (DEA) solo a través de la reprogramación.
Dijeron que es más probable que Trump reviva el esfuerzo de reclasificación, lo que permitiría al gobierno regularla.
Algunos analistas, sin embargo, dicen que una reclasificación no cambiará mucho.
El cannabis seguirá siendo ilegal a nivel federal, no se permitirá el comercio interestatal y se seguirá aplicando el sistema de silos en el que cada estado decide sus propias reglas de mercado, según la firma de investigación de valores Zuanic & Associates.