
15 dic (Reuters) - Los líderes de la Unión Europea se reúnen para dar un último empujón a la consecución de un acuerdo y financiar a Ucrania con el dinero ruso congelado, mientras Estados Unidos publica datos atrasados sobre el mercado laboral y las ventas minoristas.
Mientras tanto, los bancos centrales de la zona euro, Japón, Gran Bretaña, Noruega y Suecia celebran su última reunión del año.
Yoruk Bahceli en Londres, Andy Bruce en Manchester, John O'Donnell en Fráncfort, Kevin Buckland en Tokio y Lewis Krauskopf en Nueva York le informan de todo lo que necesita saber sobre la próxima semana en los mercados financieros.
1/ UNA LARGA ESPERA
Los líderes de la UE se reúnen el jueves (link) para llegar a un acuerdo que permita utilizar el dinero ruso congelado en el continente para pagar por Ucrania.
Hay mucho en juego: Los activos congelados (link) son la principal baza de Europa para influir en las conversaciones entre Washington y Moscú, que negocian una solución a la guerra en Ucrania (link).
La idea es aprovechar unos 210.000 millones de euros (245.000 millones de dólares) de activos rusos en Europa, la mayor parte de los cuales se encuentran en efectivo y bloqueados principalmente en Bélgica, que ha intensificado su oposición al plan.
La UE acordó el viernes congelar indefinidamente (link) los activos de los bancos centrales rusos en Europa, eliminando un gran obstáculo para utilizar el dinero en efectivo para ayudar a Ucrania. Entretanto, el banco central ruso (link) ha presentado una demanda en la que reclama 18,2 billones de rublos (230.000 millones de dólares) en concepto de daños y perjuicios al depositario de valores belga Euroclear, que posee la mayor parte de los activos congelados.
Es una prueba para la entereza de Europa. ¿Podrá superar sus divisiones para contrarrestar el primer gran conflicto armado en décadas?
Podría haber consecuencias (link) para los inversores occidentales, que aún poseen decenas de miles de millones de activos bloqueados en Rusia, desde fábricas hasta dinero en efectivo. Pero con el dinero de Ucrania agotándose y la seguridad del continente en juego, los líderes europeos tienen pocas alternativas.
2/ MÁS VALE TARDE QUE NUNCA
El informe de empleo de EE.UU. de noviembre, retrasado por el cierre, arrojará luz sobre el alcance del debilitamiento del mercado laboral (link), lo que podría ayudar a determinar el próximo movimiento de tipos de la Reserva Federal.
Según un sondeo de Reuters, se espera que el informe de nóminas no agrícolas de noviembre del martes muestre un tibio aumento de 35.000 puestos de trabajo.
Uno de los informes clave de datos críticos (link) que se había retrasado debido al cierre del gobierno federal de 43 días se produce después de que la Fed recortara el miércoles los tipos (link) en un cuarto de punto por tercera reunión consecutiva. Sin embargo, las perspectivas de una mayor relajación siguen sin estar claras.
Y hay más datos retrasados (link) que se publicarán, incluidas las ventas minoristas de octubre, también el martes, mientras que el índice de precios al consumo de noviembre, el jueves, detallará las tendencias de la inflación.
3/¿CUÁNTAS SUBIDAS?
Para los participantes en el mercado, una subida de tipos (link) por parte del Banco de Japón el 19 de diciembre es casi segura, como demuestra la subida de este mes de los rendimientos de la deuda pública japonesa a dos años hasta máximos de 18 años.
Lo que suceda después es menos particular (link). Algunos economistas están de acuerdo en que el año que viene habrá al menos un aumento adicional de un cuarto de punto, hasta el 1%, y afirman que ese podría ser el tipo terminal para este ciclo.
Los halcones sostienen que el tipo de interés oficial debe subir hasta el 1,5% para compensar la presión inflacionista del nuevo plan de estímulo del Gobierno (link), el mayor desde la pandemia.
La orientación de la política monetaria y los mensajes que se emitan al respecto serán cruciales para el yen, que sigue cayendo a pesar de los máximos históricos de los rendimientos de los bonos. Con más países del G10, como Canadá y Australia, que se han vuelto más agresivos últimamente, es probable que en 2026 aumente el impulso de las operaciones de carry trade en yenes, que deprimen la divisa.
4/ SIN SUEÑO NAVIDEÑO
La reunión del Banco Central Europeo del jueves estaba destinada a ser un descanso prenavideño.
Pero se puso mucho más interesante después de que los inversores apostaran por la posibilidad de una subida de tipos del BCE, en lugar de un recorte el próximo año, después de que la responsable de política monetaria Isabel Schnabel (link) dijera que el próximo movimiento podría ser al alza.
Sus palabras no sorprendieron demasiado viniendo de la máxima responsable de política monetaria del banco, que incluso dijo que la subida no se produciría pronto. Pero los datos de crecimiento e inflación, mejores de lo esperado, ya habían erosionado las apuestas a nuevos recortes desde la última reunión del BCE en octubre.
Así pues, aunque es probable que los responsables políticos mantengan de nuevo los tipos en el 2%, los mercados están dispuestos a aprovechar cualquier comentario de la jefa del BCE, Christine Lagarde, sobre las perspectivas.
También se espera que los bancos centrales de Suecia y Noruega mantengan los tipos el jueves.
5/ UN ACUERDO NO TAN CERRADO
Una bajada de tipos en diciembre (link) por parte del Banco de Inglaterra parece casi segura, según una encuesta de Reuters, pero es probable que tras el anuncio del jueves persistan las dudas sobre la trayectoria (link) para 2026.
En la actualidad, los mercados financieros estiman en un 90% la posibilidad de una bajada de tipos del 4,0% al 3,75%, aunque una mala lectura de la inflación el miércoles podría cambiar la tendencia.
El Comité de Política Monetaria votó a favor de mantener el tipo de interés oficial el mes pasado por un margen de 5 a 4. Sea cual sea el resultado del jueves, las divisiones se mantendrán de cara a 2026, según los comentarios de los subgobernadores Clare Lombardelli y Dave Ramsden.
Mientras que Lombardelli abordó la idea de llegar al final del ciclo de flexibilización del BoE, Ramsden dijo que los recortes graduales de los tipos de interés seguían siendo apropiados.