Por Kamal Choudhury
2 sept (Reuters) - Las acciones de Ionis Pharmaceuticals IONS.O subieron el martes después de que su fármaco redujera significativamente los niveles de un tipo de grasa en sangre y el riesgo de una enfermedad pancreática en dos estudios en fase avanzada, allanando potencialmente el camino para una oportunidad de mil millones de dólares.
Las acciones de la farmacéutica subieron un 34%, hasta 57,23 dólares.
Ionis estaba probando el fármaco, olezarsen, en dos ensayos con casi 1.100 pacientes combinados que padecían hipertrigliceridemia grave, caracterizada por altos niveles de una grasa llamada triglicéridos en la sangre. Este trastorno aumenta el riesgo de cardiopatías y pancreatitis, causada por la inflamación y cicatrización del páncreas.
El fármaco redujo los niveles de triglicéridos hasta en un 72% en comparación con el placebo y disminuyó los episodios de pancreatitis aguda en un 85% al cabo de 12 meses; se trata del primer tratamiento que logra una reducción estadísticamente significativa del riesgo en personas con triglicéridos gravemente elevados.
Luca Issi, analista de RBC Capital Markets, calificó los resultados de "mejores de lo esperado" y de "jonrón absoluto" La mayoría de los inversores pensaban que la reducción significativa de la pancreatitis aguda era una "moneda al aire", dijo.
Según Jay Olson, analista de Oppenheimer, la reducción de los triglicéridos por sí sola es suficiente para obtener la aprobación en EE.UU. y la UE, y añade que la disminución de los daños en el páncreas distingue aún más al fármaco.
Los analistas de Jefferies estiman las ventas anuales máximas en unos 2.500 millones de dólares.
Ionis tiene previsto ampliar la aprobación del fármaco en EE.UU. a finales de año.
Olezarsen ya está aprobado en EE.UU. bajo la marca Tryngolza (link) para tratar el síndrome de quilomicronemia familiar, un raro trastorno genéticoque provoca niveles extremadamente altos de triglicéridos.
Según Ionis, más de tres millones de estadounidenses padecen hipertrigliceridemia grave y más de un millón se consideran de alto riesgo.
Los pacientes dependen ahora de los ácidos grasos omega-3 y los fibratos, fármacos que ayudan a descomponer las grasas, para controlar la enfermedad.