Por Kantaro Komiya y Tim Kelly
TOKIO, 8 ago (Reuters) - El Gobierno de Estados Unidos prometió el jueves modificar una orden ejecutiva presidencial para eliminar los aranceles superpuestos sobre productos japoneses, según dijo el negociador comercial de Tokio, tras las conversaciones en Washington para solucionar lo que calificó de "lamentable" descuido.
En esas conversaciones, Ryosei Akazawa instó al secretario de Comercio de EEUU, Howard Lutnick, y al secretario del Tesoro, Scott Bessent, a garantizar que el gravamen del 15% acordado el mes pasado sobre las importaciones japonesas no se acumulara sobre bienes, como la carne de vacuno, que están sujetos a aranceles más elevados.
Explicaron que modificarían una orden presidencial del 31 de julio, que incluía una disposición de no acumulación para la Unión Europea pero no para Japón, y también reembolsarían los derechos recaudados en exceso, dijo Akazawa.
Lutnick y Bessent también dijeron que Trump bajaría los aranceles a los automóviles al 15% desde el 27,5% en una orden ejecutiva separada, en consonancia con el acuerdo comercial que alcanzaron países el mes pasado.
«Francamente, no esperaba volver a visitar Estados Unidos tan pronto después de mi último viaje», dijo Akazawa, que ha viajado a Washington nueve veces desde abril.
El Departamento del Tesoro y el Departamento de Comercio de EEUU no respondieron inmediatamente a las solicitudes de comentarios sobre las reuniones con Akazawa.
La claridad sobre los cambios arancelarios, junto con los buenos resultados empresariales, impulsaron al índice general japonés Topix .TOPX por encima de la marca de referencia de los 3.000 puntos por primera vez.
Los informes sobre la modificación «calmaron los temores sobre los aranceles de EEUU y ayudaron a impulsar el mercado al alza», dijo Shoji Hirakawa, estratega jefe global de Tokai Tokyo Intelligence Lab.
Japón es uno de los ocho principales socios comerciales de EEUU que han alcanzado un acuerdo marco comercial, y el tipo del 15% para muchos de sus productos es bajo.
El 7 de agosto, Estados Unidos empezó a aplicar aranceles más altos a las importaciones de docenas de países, incluido un gravamen del 50% a las importaciones procedentes de Brasil, del 39% a las importaciones procedentes de Suiza y del 35% a las canadienses.