Investing.com — Una fuerte ruptura en la correlación entre acciones y rendimientos destacó las crecientes preocupaciones sobre la sostenibilidad de la deuda, enviando temblores a través de los mercados globales. Sin embargo, en medio de la turbulencia, la eurozona —especialmente Alemania— emergió como un refugio seguro relativo.
Las ventas masivas de bonos fueron generalizadas, pero la inquietud de los inversores fue más visible en mercados con fundamentos fiscales más débiles. "Vender América volvió a estar de moda", dijeron los estrategas de Barclays (LON:BARC) liderados por Emmanuel Cau en una nota, mientras las acciones estadounidenses, los bonos del Tesoro y el dólar sufrían presión simultánea.
Los gilts británicos y los bonos gubernamentales japoneses también cayeron, reflejando temores crecientes de inflación y preocupaciones de oferta.
Por otro lado, la eurozona emergió como un refugio relativo. Aunque no fue inmune al estrés global del mercado de bonos, la sólida posición fiscal de Alemania le ayudó a capear el temporal.
"La eurozona no se ve tan mal esta vez", señalaron los estrategas, acreditando la capacidad de Alemania para apoyar su economía y las presiones de rendimiento comparativamente moderadas.
Francia e Italia siguen desafiadas por altos déficits y bajo crecimiento, pero en general, el bloque parece menos expuesto que sus homólogas.
"Nuestros economistas ven más margen para que el BCE recorte tasas que para la Fed, el BOE y el BOJ, lo que también puede ayudar a mantener controlados los rendimientos alemanes y los diferenciales periféricos", continuó el informe.
También señala que la prima de riesgo de las acciones en la eurozona sigue siendo positiva, en contraste con Estados Unidos y Reino Unido, donde las acciones parecen más caras en relación con los bonos y, por lo tanto, más vulnerables al aumento de las tasas.
El rendimiento del bono estadounidense a 10 años superando el 4,5% y el de 30 años sobrepasando el 5% desencadenaron una reversión en el liderazgo del mercado de acciones. Los sectores defensivos superaron a medida que las primas de plazo —no las expectativas de crecimiento— impulsaron los rendimientos al alza.
"Esta vez, los rendimientos ya no están subiendo por la razón correcta", advirtieron los estrategas, señalando un cambio del optimismo económico a la alarma fiscal.
Los datos de flujos reflejaron la confianza nerviosa. Los fondos de acciones vieron salidas de 4.000 millones de dólares, lideradas por mercados emergentes y Estados Unidos. Los fondos de renta fija atrajeron 25.000 millones de dólares, su mayor ganancia semanal desde 2021. Los bonos europeos de grado de inversión también atrajeron un fuerte interés.
"Por ahora, los vigilantes de bonos probablemente mantendrán a los mercados de acciones en vilo, hasta que estén convencidos de que los recortes de gasto son lo suficientemente grandes para mantener los déficits bajo control, y/o el crecimiento es lo suficientemente fuerte para que las ganancias amortigüen las valoraciones contra tasas más altas", afirma el informe.
En este contexto, Cau y su equipo ven una oportunidad en acciones con balances de calidad, que se han quedado rezagadas incluso cuando los diferenciales crediticios se amplían.
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