Investing.com — Signos de estrés permanecen en los mercados financieros estadounidenses a pesar de un repunte en las acciones tras la reciente volatilidad relacionada con los aranceles, según el bróker Capital Economics.
El S&P 500 se ha recuperado notablemente desde el "Día de la Liberación", pero sigue más de un 3% por debajo de su máximo de febrero, en parte debido a la debilidad en las grandes tecnológicas y las preocupaciones sobre la creciente competitividad de China en inteligencia artificial.
Más allá de las acciones, el mercado de bonos continúa reflejando un malestar más profundo entre los inversores. "Hay evidencia de preocupaciones persistentes sobre la política fiscal de EE.UU.", señaló la firma en un informe del viernes.
Mientras que la fuerte venta de bonos del Tesoro a principios de esta primavera fue inicialmente impulsada por temores sobre las políticas comerciales de Donald Trump y su impacto en la demanda extranjera, otros indicadores sugieren que la ansiedad fiscal persiste.
El índice MOVE, que sigue la volatilidad esperada del Tesoro, se ha enfriado desde entonces, y la prima de liquidez estimada en los TIPS a 10 años también mostraba una tendencia a la baja hasta finales de abril.
Sin embargo, "la prima de CDS soberana de EE.UU. a 5 años permanece bastante alta, lo que apunta a preocupaciones continuas sobre el techo de la deuda, así como las consecuencias de una expansión fiscal financiada con déficit para la oferta de bonos", señaló Capital Economics.
En los mercados de divisas, el índice dólar DXY sigue más de un 3% por debajo de su nivel del 2 de abril y cotiza por debajo de los niveles implícitos por los rendimientos de los TIPS a 10 años.
Asumiendo que las condiciones de liquidez se han normalizado, Capital Economics sugiere que "la debilidad residual del dólar frente al rendimiento de los TIPS a 10 años podría reflejar una reevaluación en general del papel del dólar en la jerarquía comercial global".
"La conclusión es que, aunque sospechamos que el polvo continuará asentándose, hay algunos signos de estrés residual en los mercados que no están directamente relacionados con las políticas arancelarias y comerciales de Trump, y que podrían persistir", continuó la firma.
Las conversaciones comerciales aún podrían enfrentar contratiempos antes de que expiren las pausas arancelarias actuales, lo que potencialmente conduciría a una renovada —aunque probablemente más leve— volatilidad.
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