Investing.com — Poco después de las 12:30 PM hora española del 28 de abril, se produjo un apagón en toda la Península Ibérica.
Un corte generalizado dejó a España, Portugal y partes del suroeste de Francia sin suministro eléctrico durante varias horas, dejando varados a viajeros en redes de metro, congestionando el tráfico y privando a millones de personas de cobertura de banda ancha y acceso a internet.
La causa exacta del apagón sigue siendo incierta, aunque las investigaciones gubernamentales continúan. Los hallazgos preliminares de Red Electrica (BME:REDE), el operador de la red eléctrica nacional de España parcialmente estatal, han descartado la posibilidad de que el apagón estuviera vinculado a ciberataques o condiciones climáticas inusuales.
Se han propuesto varias teorías, incluyendo un exceso de energía solar, oscilaciones inexplicables en la red y una mala gestión de la red, según señalaron analistas de Bernstein en una nota a clientes.
Estas teorías aún no han sido comprobadas. Pero lo que sí se sabe, según los analistas de Bernstein, es que 15 gigavatios de generación eléctrica —equivalente a aproximadamente el 50% de la demanda energética de España en ese momento— se perdieron del sistema eléctrico en cuestión de segundos.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, ha prometido que se tomarán "todas las medidas necesarias" para prevenir otro apagón, mientras que su homólogo portugués, Luis Montenegro, dijo que ha solicitado a una agencia de la Unión Europea que realice una auditoría independiente del incidente.
Independientemente de lo que se revele sobre la causa del incidente, los analistas de Bernstein argumentaron que el apagón de Iberia debería servir como una "llamada de atención" tanto para los operadores de sistemas de transmisión eléctrica como para los legisladores europeos, añadiendo que "ciertamente aumentará el enfoque en fortalecer la red eléctrica y mejorar su flexibilidad y resiliencia".
Un mayor gasto en redes será "prioritario" para adaptar mejor la demanda de energía con el suministro disponible, dijo la correduría. La relativa desconexión de la Península Ibérica, rica en renovables, del resto de la red eléctrica europea también estará probablemente en el centro de atención, ya que la estabilidad de un sistema eléctrico más grande es más fácil de mantener, agregaron.
"Las compañías de redes eléctricas en nuestra cobertura deberían beneficiarse de un entorno político favorable para acelerar las inversiones", dijeron los analistas liderados por Jorge Alonso Suils.
Se prevé que la necesidad de mejorar la estabilidad y resiliencia de la red beneficie particularmente a Red Eléctrica (BME:REDE), con inversiones potenciales del grupo con sede en Madrid que ahora se ven aumentando por encima de las expectativas actuales de aproximadamente 8.7 mil millones de euros entre este año y 2030.
También se proyecta que el límite de inversiones anuales en redes reguladas sea elevado o eliminado completamente por los gobiernos ibéricos "en breve", dijeron los analistas, señalando que esto proporcionará un impulso para empresas como Endesa (BME:ELE), Iberdrola (OTC:IBDRY), Naturgy (BME:NTGY) y EDP (ELI:EDP), que se prevé invertirán cerca de 20.2 mil millones de euros en redes de distribución eléctrica para finales de la década.
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