Investing.com — TD Cowen advierte de que la amenaza de que las empresas chinas sean forzadas a salir de las bolsas estadounidenses está creciendo, situando la probabilidad de exclusión en un 70% ante la creciente presión del Congreso y del presidente Trump.
"Existe un renovado impulso en el Congreso para forzar a las bolsas estadounidenses a excluir a las empresas chinas", escribieron los analistas en una nota el jueves, añadiendo que el riesgo "solo ha aumentado a medida que el presidente Trump ha centrado su guerra comercial en China".
TD Cowen señaló que el último esfuerzo está siendo liderado por el representante John Moolenaar y el senador Rick Scott, quienes han instado al presidente de la SEC, Paul Atkins, a tomar medidas contra importantes empresas chinas como Alibaba (NYSE:BABA).
Los legisladores argumentan que estas empresas "utilizan el capital de los inversores estadounidenses para promover los intereses del Partido Comunista chino", exponen a los inversores americanos a "riesgos inaceptables" y están legalmente obligadas a compartir tecnología con el ejército chino.
Mientras el Congreso se centra en presionar a la SEC, TD Cowen ve una ruta más rápida y de mayor impacto a través de la acción ejecutiva.
"La mejor opción es que el presidente Trump emita una orden ejecutiva declarando que más empresas chinas tienen vínculos con el ejército chino", dijo la firma.
Añaden que tal orden podría colocar a las empresas en la lista 1260H —el registro oficial del gobierno estadounidense de empresas vinculadas al ejército chino— y prohibir a los inversores americanos mantener sus acciones.
TD Cowen agregó que Trump podría ir más lejos, utilizando poderes de seguridad nacional para ordenar a las bolsas estadounidenses que excluyan directamente a las empresas señaladas.
La vía de la SEC, por el contrario, se considera lenta e incierta. "El proceso de la SEC para eliminar empresas chinas de las bolsas estadounidenses podría llevar años", señaló TD Cowen, requiriendo repetidas violaciones de acceso a auditorías antes de tomar medidas.
Incluso si fuera impugnada en los tribunales, una orden ejecutiva podría impulsar al Congreso a "formalizar la prohibición", concluyó TD Cowen.
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