Investing.com — S&P Global Ratings confirmó el lunes la calificación crediticia ’BBB-’ de Boeing Co (NYSE:BA) y retiró al gigante aeroespacial de CreditWatch Negative, citando mejores niveles de producción y una disminución en la quema de efectivo. Sin embargo, la agencia de calificación mantuvo una perspectiva negativa debido a la incertidumbre continua sobre el ritmo de recuperación en las entregas de aeronaves.
Boeing reportó una producción estabilizada del 737 MAX, fabricando aeronaves en niveles bajos de 30 por mes con planes de aumentar a 38 pronto. La compañía también está buscando la aprobación de la FAA para elevar esa tasa a 42 para finales de año, después de resolver problemas previos de control de calidad e interrupciones en la cadena de suministro.
Las entregas del primer trimestre incluyeron 105 aviones 737 MAX y 13 787 Dreamliners, reflejando una consolidación de operaciones después de dificultades en la producción. La demanda de las aerolíneas se ha mantenido resistente, proporcionando a Boeing vientos favorables para aumentar la fabricación.
En el lado de defensa, Boeing no reportó nuevos cargos en el primer trimestre y vio que los márgenes operativos alcanzaron el 2,5%. El progreso continuo en sus programas MQ-25 y T-7A, así como una victoria reciente en el programa Next (LON:NXT) Generation Air Dominance de la Fuerza Aérea, respaldan una mayor confianza en la rentabilidad de defensa a largo plazo.
La huella de fabricación de Boeing, principalmente basada en Estados Unidos, ha mitigado el impacto de las tensiones arancelarias y ha permitido un progreso continuo en el ensamblaje de aeronaves. La compañía está trabajando para reasignar alrededor de 50 aeronaves originalmente construidas para clientes chinos, remanentes de entregas congeladas debido a tensiones geopolíticas.
El balance se mantiene fortalecido, con 23.700 millones de dólares en efectivo y equivalentes de efectivo al final del primer trimestre. La liquidez ha sido respaldada aún más por una ampliación de capital de 24.300 millones de dólares en octubre y una desinversión planificada de 10.000 millones de dólares de su división de software de aviación.
La deuda sigue siendo una preocupación inminente, con 1.300 millones de dólares que vencen en 2025 y 8.000 millones en 2026. Además, la adquisición pendiente de Spirit AeroSystems (NYSE:SPR) podría añadir aproximadamente 4.000 millones de dólares en deuda consolidada a los libros de Boeing.
A pesar de las mejoras, S&P mantuvo una visión cautelosa, citando el riesgo de restricciones persistentes en la cadena de suministro, incertidumbre regulatoria y contratiempos en la ejecución. Una rebaja podría ocurrir si Boeing no cumple con los objetivos proyectados de flujo de efectivo y apalancamiento durante los próximos dos años.
La perspectiva podría estabilizarse si Boeing demuestra un crecimiento sostenido en la producción de aeronaves comerciales, logra una expansión de márgenes en defensa y ejecuta la reducción de deuda. Hasta entonces, es probable que los inversores sigan atentos al progreso de ejecución y recuperación de la compañía.
Este artículo ha sido generado y traducido con el apoyo de AI y revisado por un editor. Para más información, consulte nuestros T&C.