SÍDNEY, 23 abr (Reuters) - Los mercados bursátiles disfrutaban el miércoles de un alivio muy necesario en Asia después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijera que no tenía planes de despedir al presidente de la Reserva Federal e insinuara que podría reducir los aranceles a China.
El dólar subía con fuerza en todo el tablero después de que Trump se retractara de las amenazas de despedir al presidente de la Fed, Jerome Powell, que habían sacudido gravemente la confianza de los inversores en los activos estadounidenses, aunque esas ganancias se desvanecían ligeramente a medida que avanzaba el día.
Trump también reiteró que quería llegar a un acuerdo con China en el que los aranceles no se acercaran al 145% y añadió que establecería los términos de un acuerdo si Pekín no entablaba conversaciones.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent , dijo el martes que cree que habrá una desescalada en las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, pero que las negociaciones con Pekín aún no han comenzado y que "costarían trabajo".
"Aunque aún es pronto, el estado de ánimo en el mercado está cambiando de forma evidente y lo que ayer era una fuerte energía de 'vender (activos de) EEUU' que fluía por los mercados se ha invertido en parte", dijo Chris Weston, jefe de análisis del bróker Pepperstone.
"Los mercados están cada vez más acostumbrados a que el presidente dispare desde la cadera y luego dé marcha atrás como si no hubiera pasado nada."
Los inversores reaccionaban comprando de nuevo valores depreciados. El índice japonés Nikkei .N225 subía un 1,7%, mientras que el principal índice surcoreano .KS11 avanzaba un 1,4%.
El índice MSCI más amplio de acciones de Asia-Pacífico, que no incluye Japón, .MIAPJ0000PUS se revalorizaba un 1,9%.
Wall Street se recuperó el martes, mientras que los futuros del S&P 500 ESc1 subían un 1,4% y los del Nasdaq NQc1 un 1,7%. El ánimo se había visto favorecido por algunos resultados positivos, e incluso Tesla TSLA.O repuntaba un 5% tras el cierre, pese a no cumplir las previsiones.
Parte de ello se debió a la afirmación del propietario de Tesla, Elon Musk, en una llamada con analistas, de que a partir del mes que viene reduciría significativamente su participación en los trabajos del Departamento de Eficiencia Gubernamental de EEUU (DOGE, por sus siglas en inglés) para centrarse más en sus numerosas empresas.
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