7 abr (Reuters) - Viatris VTRS.O dijo el lunes que pagaría hasta 335 millones de dólares en nueve años como parte de un acuerdo a nivel nacional para resolverlas reclamaciones de los gobiernos estatales y locales de Estados Unidos de que alimentó una epidemia de adicción a los opioides.
La compañía con sede en Pensilvania, formada por la fusión de Mylan y el negocio de Pfizer PFE.N Upjohn en 2020, no admitió haber cometido irregularidades como parte del acuerdo.
Dijo que pagaría entre 27,5 y 40 millones de dólares anuales para iniciativas estatales y locales contra los opioides como parte del acuerdo.
"Cuando las compañías farmacéuticas ponen los beneficios por encima de las personas, pacientes inocentes pueden verse atrapados en ciclos mortales de adicción y sobredosis", dijo en un comunicado la fiscal general de Nueva York, Letitia James, una de las líderes en la negociación del acuerdo. "Aunque ningún acuerdo puede reparar completamente el daño causado por los opioides peligrosos, estos fondos ayudarán a Nueva York y a otros estados a luchar contra la crisis de los opioides"
La empresa vende productos opioides en forma de su analgésico Ultiva y el sistema transdérmico de fentanilo, que es una versión genérica del parche de fentanilo Duragesic, de la marca Johnson & Johnson JNJ.N.
Viatris es uno de los numerosos fabricantes de medicamentos acusados por los gobiernos estatales y locales de minimizar los riesgos de los fármacos opiáceos.
El largo litigio sobre los opioides, que también incluye denuncias de que los distribuidores y las farmacias ignoraron las señales de advertencia de que los medicamentos se distribuían ilegalmente, ya ha dado lugar a más de 50.000 millones de dólares en acuerdos.
Más recientemente, Purdue Pharma y los propietarios de la familia Sackler alcanzaron en enero un acuerdo por valor de 7.400 millones de dólares ((link)) para resolver miles de demandas por su analgésico OxyContin, ampliamente culpado de contribuir a desencadenar la crisis.
Las sobredosis relacionadas con los opiáceos se cobraron más de 80.000 vidas en 2023 y han provocado 700.000 muertes en las dos últimas décadas, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.