La agencia de medición de riesgos Fitch ha elevado este miércoles la calificación crediticia a largo plazo del Banco Santander a notable o "A". Este ajuste sitúa la solvencia del banco por encima de la calificación de España, que es "A-". Fitch destaca el desempeño sólido y resistente del grupo, así como su diversificación geográfica equilibrada. La mejora del "rating" refleja la opinión de Fitch sobre la capacidad del Santander para operarse con ratios de capital superiores a los históricos.
El informe elogia la diversificación geográfica amplia del Santander, presidido por Ana Botín, y sus beneficios recurrentes. Además, resalta la capacidad del banco para absorber pérdidas y mantener una calidad de activos constante a lo largo de diferentes ciclos económicos. Fitch destaca que el modelo de negocio del Santander, enfocado en la banca minorista y comercial, se complementa con su expansión en banca corporativa, financiación al consumo, gestión patrimonial, seguros y servicios de pagos.
Gracias a su presencia global en mercados desarrollados como Europa occidental y Estados Unidos, así como en mercados más volátiles, el banco genera ganancias sólidas y estables. Fitch prevé que para 2025 y 2026, el Santander operará con una ratio de capital CET1 de alrededor del 13%, alineándose así con las previsiones internas de la entidad.