Investing.com -- Deutsche Bank (ETR:DBKGn) informa de que las aerolíneas de bajo coste tienen previsto reducir la capacidad de su sistema en aproximadamente un 3% en el próximo trimestre de diciembre. Los recientes cambios de horarios indican este cambio en las operaciones de las aerolíneas.
Según los analistas de Deutsche Bank, Spirit Airlines (NYSE:SAVE), uno de los principales actores en el segmento de las aerolíneas de bajo coste, ha tomado medidas para reducir su crecimiento de capacidad para el trimestre de diciembre. La aerolínea ha eliminado 3 puntos porcentuales de su crecimiento previsto de capacidad del sistema, lo que se traduce en una reducción interanual del 6,9% en millas de asiento disponibles (ASM) para el trimestre.
Esta contracción refleja una tendencia más amplia entre las aerolíneas de tarifas bajas, que, en conjunto, se espera que disminuyan su capacidad del trimestre de diciembre en un 2,9% en comparación con el mismo periodo del año pasado.
"Curiosamente, el número de plazas vendidas con grandes descuentos debería contraerse en un porcentaje mayor a medida que varias aerolíneas, entre ellas Frontier (NASDAQ:ULCC) y Spirit, reasignen inventario para sus nuevas ofertas de productos premium", señalaron los analistas.
Al centrarse en estos productos de mayor margen, estas aerolíneas pretenden mejorar sus flujos de ingresos, aprovechando unas tarifas medias más elevadas y optimizando sus resultados financieros". A pesar de la contracción de las aerolíneas de bajo coste, se espera que el mercado aéreo nacional en general experimente un crecimiento de la capacidad durante el trimestre de diciembre.
Según Deutsche Bank, se prevé que la capacidad nacional crezca un 3,8% interanual, aunque esta cifra supone un ligero descenso de 0,2 puntos porcentuales respecto a las estimaciones anteriores. Las grandes compañías lideran este crecimiento, con un aumento previsto del 7,1% de la capacidad nacional, sin cambios respecto a la semana anterior.
Por el contrario, se espera que las compañías de tarifas bajas reduzcan su capacidad nacional en un 2,2% interanual, lo que supone un descenso de 0,6 puntos porcentuales con respecto a las previsiones anteriores. Esta divergencia entre las grandes compañías y las aerolíneas de bajo coste pone de relieve las diversas estrategias que se están empleando en el sector: las grandes compañías amplían su presencia, mientras que las de bajo coste adoptan un enfoque más conservador.
En el conjunto del sistema, se espera que las compañías aéreas estadounidenses aumenten su capacidad un 3,3% interanual en el trimestre de diciembre, con un incremento del 5,8% en el caso de las grandes compañías. Sin embargo, se prevé que las compañías en crecimiento reduzcan su capacidad en un 2,9%, lo que supone un descenso de 0,5 puntos porcentuales con respecto a las estimaciones anteriores.
El informe también aborda las tendencias de capacidad de las aerolíneas no estadounidenses que operan en los mercados estadounidenses. "Para el trimestre de diciembre de 2024, se espera que la capacidad de las aerolíneas no estadounidenses hacia/desde los mercados estadounidenses aumente un 6,7% interanual (sin cambios semanales)", señalan los analistas.
Este crecimiento pone de relieve la actual recuperación y expansión de los viajes internacionales, ya que las aerolíneas no estadounidenses siguen aprovechando el resurgimiento de la demanda de rutas transatlánticas y otras rutas de larga distancia.
La contracción de las compañías de tarifas bajas, señalada por Deutsche Bank, sugiere un cambio hacia un crecimiento y una rentabilidad más sostenibles.
Al reducir su capacidad y centrarse en ofertas premium, aerolíneas como Spirit y Frontier se están posicionando para sortear mejor las condiciones actuales del mercado, que siguen influidas por la fluctuación de la demanda, los precios del combustible y las presiones competitivas.
A medida que el sector se aleja de las perturbaciones causadas por la pandemia mundial, los ajustes de capacidad realizados por las aerolíneas de tarifas bajas pueden reflejar una tendencia más amplia de recalibración dentro del sector.
Los inversores y las partes interesadas del sector seguirán de cerca esta evolución para calibrar las implicaciones a largo plazo para la cuota de mercado, el poder de fijación de precios y la rentabilidad general del segmento de las tarifas bajas.