
Por Rachel More, Nick Carey y Ilona Wissenbach
BERLÍN/LONDRES/FRANKFURT, 24 oct (Reuters) - Oliver Blume, consejero delegado saliente de Porsche P911_p.DE, tiene un informe trimestral más que presentar el viernes antes de que su mandato de una década llegue a su fin. No será una lectura agradable.
El fabricante alemán de automóviles deportivos está a punto de registrar una profunda pérdida de explotación, ya que se encuentra atrapado entre una grave caída (link) en su principal mercado, China, y la presión de los aranceles de EEUU (link), mientras se somete a una costosa reversión (link) de su cambio a los coches eléctricos.
En un intento por arreglar las cosas, Porsche ha nombrado al ex jefe de McLaren Michael Leiters (link) como próximo consejero delegado (link), que tomará el timón en enero, con la esperanza de reactivar la demanda en China y resolver el enigma de los vehículos eléctricos. Los inversores siguen sin estar convencidos.
"Tras varios profit warnings en un año, la visibilidad del modelo de negocio sigue siendo muy limitada", dijo Ingo Speich, de Deka Investment, que posee unos 48 millones de dólares en acciones de Porsche. Añadió que la experiencia de Leiters en sus rivales de gama alta McLaren y Ferrari RACE.MI indicaba hacia dónde podría dirigirse la empresa.
¿PUEDE EL NUEVO CEO LLEVAR A PORSCHE A LA ERA ELÉCTRICA?
Porsche se ha convertido en una de las mayores víctimas del asediado sector automovilístico europeo. Desde su salida a bolsa en 2022, la empresa ha perdido cerca de la mitad de su valor de mercado.
Speich dijo que Porsche necesitaba recuperar a los consumidores en China y conseguir que los compradores acostumbrados a sus rugientes motores de gasolina abrazaran los eléctricos.
"Porsche se enfrenta a un gran reto: en el segmento de los deportivos de lujo, los vehículos eléctricos aún no han sido aceptados por los clientes. La pregunta clave es: ¿conseguirá el nuevo CEO llevar a Porsche al segmento de los vehículos eléctricos?", afirmó.
Más tarde, el viernes, se espera que Porsche informe de una pérdida operativa de 611 millones de euros (713 millones de dólares) en el tercer trimestre, según la previsión media de 15 analistas encuestados por Visible Alpha, frente a un beneficio de 974 millones de euros el año pasado.
Esto refleja hasta 1.800 millones de euros en gastos relacionados con retrasos en su despliegue de vehículos eléctricos.
ARREGLAR PORSCHE PODRÍA LLEVAR ENTRE 3 Y 5 AÑOS
Blume, que seguirá siendo consejero delegado de la matriz de Porsche, Volkswagen VOWG_p.DE, dijo el trimestre pasado que esperaba "un impulso positivo de nuevo a partir de 2026" en Porsche, pero los analistas son menos optimistas.
Pal Skirta, de Metzler Bank, dijo que solucionar los problemas podría llevar de tres a cinco años.
Leiters tendrá que aplicar un programa de reestructuración que prevé 1.900 recortes de plantilla en los próximos años, además de 2.000 despidos de trabajadores temporales este año, con un segundo paquete de medidas actualmente en negociación.
Con 32.195 coches entregados en China durante los nueve primeros meses de 2025, las ventas en ese país se han reducido a más de la mitad respecto al mismo periodo de 2022.
Mientras tanto, los márgenes de Porsche se han desplomado del 18% durante el año de la OPV al 2%, en el mejor de los casos, este año.
ENTRE MOTORES DE GASOLINA Y ELÉCTRICOS
Speich dijo que Porsche podría gestionar el actual arancel de importación estadounidense del 15%. El verdadero reto sería encontrar un futuro para sus coches de altas prestaciones en una era eléctrica, y cómo revivir la marca en China.
La posibilidad de volver a obtener márgenes elevados en ese mercado es remota, sin embargo, a menos que Porsche pueda determinar con precisión por qué están dispuestos los consumidores chinos a pagar precios superiores, dijo Tu Le, fundador de la consultora Sino Auto Insights.
"Porque ya no es la marca, al menos no en el mercado más importante del mundo".
(1 dólar = 0,8575 euros)