Por Matt Spetalnick y Nidal al-Mughrabi
JERUSALÉN/EL CAIRO, 9 oct (Reuters) - Israel y el grupo militante Hamás firmaron el jueves un acuerdo de alto el fuego y liberación de rehenes israelíes a cambio de prisioneros palestinos, en la primera fase de la iniciativa del presidente estadounidense, Donald Trump, para poner fin a la guerra de dos años en Gaza que ha trastocado Oriente Medio.
Israelíes y palestinos se alegraron por igual tras el anuncio del acuerdo, el mayor paso dado hasta ahora para poner fin a dos años de guerra en la que han muerto más de 67.000 palestinos, y devolver a los últimos rehenes secuestrados por Hamás en los mortíferos ataques que la iniciaron.
El jefe de Hamás en Gaza, Khalil Al-Hayya, afirmó haber recibido garantías de Estados Unidos y otros mediadores de que la guerra había terminado. Mientras tanto, el Gobierno de Israel debía ratificar el acuerdo, lo que permitiría que el alto el fuego entre en vigor.
Según el acuerdo, cesarán los combates, Israel se retirará parcialmente de Gaza y Hamás liberará a todos los rehenes restantes a cambio de cientos de prisioneros retenidos por el Estado judío. En la Casa Blanca, Trump dijo que creía que conduciría a una "paz duradera".
Se permitiría la entrada en Gaza de flotas de camiones con alimentos y ayuda médica para socorrer a los civiles, cientos de miles de los cuales se han refugiado en tiendas de campaña después de que las fuerzas israelíes destruyeran sus hogares y arrasaran ciudades enteras.
El acuerdo, si se aplica en su totalidad, acercaría a las dos partes más que ningún otro esfuerzo anterior para detener una guerra que se ha convertido en un conflicto regional, que ha atraído a Irán, Yemen y Líbano, y ha agravado el aislamiento internacional de Israel.
Sin embargo, muchas cosas podrían salir mal. Incluso después de la firma del acuerdo, una fuente palestina declaró que aún no se había ultimado la lista de palestinos que iban a ser liberados.
El grupo busca la libertad de algunos de los presos palestinos más destacados recluidos en cárceles israelíes, así como de cientos de personas detenidas durante el asalto de Israel.
Aún no se han debatido otros pasos del plan de 20 puntos de Trump, entre ellos cómo se gobernará la Franja de Gaza cuando finalicen los combates y el destino final de Hamás, que hasta ahora ha rechazado las exigencias de Israel de que se desarme.
Netanyahu también se enfrenta al escepticismo de su coalición. El ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben-Gvir, dijo que votaría a favor de la caída del gobierno si no se desmantelaba Hamás. También dijo que votaría en contra del acuerdo, como era de esperar.
"TODA LA FRANJA DE GAZA ESTÁ FELIZ"
Pero el anuncio del fin de los combates y la devolución de los rehenes fue recibido con júbilo.
"Gracias a Dios por el alto el fuego, el fin del derramamiento de sangre y la matanza", dijo Abdul Mayid Abd Rabbo en Jan Yunis, en el sur de Gaza.
"No soy el único feliz, toda la Franja de Gaza está feliz, todo el pueblo árabe, todo el mundo está feliz con el alto el fuego y el fin del derramamiento de sangre. Gracias y todo el cariño a quienes estuvieron con nosotros".
Einav Zaugauker, cuyo hijo Matan es uno de los últimos rehenes, se regocijaba en la llamada Plaza de los Rehenes de Tel Aviv, donde las familias de los secuestrados en el ataque de Hamás que desencadenó la guerra hace dos años se han reunido para exigir su regreso.
"No puedo respirar, no puedo respirar, no puedo explicar lo que siento (...). Es una locura", dijo bajo el resplandor rojo de una bengala de celebración.
"¿Qué le voy a decir? ¿Qué voy a hacer? Abrazarle y besarle", añadió, refiriéndose a su hijo Matan. "Solo decirle que le quiero, eso es todo. Y ver sus ojos clavados en los míos (...). Es sobrecogedor, este es el alivio".
Aun así, los residentes de Gaza dijeron que los ataques israelíes contra tres barrios de la ciudad de Gaza continuaron durante la noche y en las horas de la mañana del jueves.