
Por Will Dunham
WASHINGTON, 30 sep (Reuters) - A veces se dice que la Luna es "bifronte" porque la superficie de su cara perpetuamente opuesta a la Tierra tiene un aspecto muy diferente a la de que está siempre orientada hacia nuestro planeta. Pero las diferencias son más profundas, como demuestra un análisis de roca y suelo recuperados en 2024 por la nave robótica lunar china Chang'e-6.
Según los científicos, la composición química de los minerales del material obtenido en un lugar del lado lejano de la Luna muestra que se formó a partir de lava en el manto lunar a unos 100 kilómetros bajo la superficie hace unos 2.800 millones de años, cristalizando a una temperatura de unos 1.100 grados Celsius. Los datos fueron comparados con muestras de roca estudiadas anteriormente que cristalizaron en la cara cercana.
Resulta que la muestra de Chang'e-6, la única obtenida del lado lejano, se formó en el interior lunar a una temperatura unos 100 grados más fría que las 33 muestras previas de la cara cercana en las misiones Apolo de la NASA y por una nave china en 2020. Los investigadores dijeron que creen que esta diferencia entre los dos lados persiste hasta el día de hoy.
"Nuestros resultados demuestran la existencia de una asimetría térmica entre el manto del lado cercano y el lejano", dijo el geocientífico Yang Li, del University College de Londres y la Universidad de Pekín, que dirigió el estudio publicado en la revista Nature Geoscience.
"Esto nos acerca un paso más a la comprensión de la dicotomía de la Luna. En concreto, la Luna presenta una diferencia drástica en las dos caras de su superficie, como el vulcanismo, el grosor de la corteza y la topografía", añadió.
El lado lejano posee una corteza más gruesa -la capa más externa del planeta- y es más montañoso y craterizado. Parece que fue menos volcánico en el pasado, por lo que tiene menos manchas oscuras de basalto, un tipo de roca formada por lava hace mucho tiempo. La superficie del lado cercano es más lisa y está cubierta en su mayor parte por llanuras volcánicas oscuras.
La Luna, al igual que la Tierra, se formó hace unos 4.500 millones de años. El vulcanismo en la Luna, la Tierra y otros cuerpos planetarios implica la erupción de roca fundida del manto -la capa situada justo debajo de la corteza- sobre la superficie. El lugar de aterrizaje de Chang'e-6 en la cuenca del Polo Sur-Aitken, es una zona con la corteza más fina, algo útil para encontrar pruebas relacionadas con el vulcanismo.
Debido a la atracción gravitatoria de la Tierra, la Luna siempre muestra la misma cara a nuestro planeta, pero las diferencias de temperatura en el interior pueden no tener que ver con esto. La hipótesis de los investigadores es que el interior de la cara oculta puede ser más frío porque contiene una menor cantidad de elementos como el uranio, el torio y el potasio, que liberan calor por desintegración radiactiva.
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