Por Emma Rumney y Jennifer Rigby
LONDRES, 24 sep (Reuters) - La industria cervecera belga, los fabricantes mexicanos de tequila y Heineken HEIN.AS presionaron a los Gobiernos este verano para que se opusieran a la propuesta de la agencia de salud de la ONU de introducir normas más estrictas sobre el alcohol, según se muestra en cartas y correos electrónicos a los que tuvo acceso Reuters.
Estos esfuerzos, de los que hasta ahora no se había informado, reflejan cómo la industria mundial de las bebidas, valorada en 1 billón de dólares, se enfrenta a la Organización Mundial de la Salud (OMS) por su postura cada vez más firme de que no existe un nivel de consumo de alcohol sin riesgo.
El sector cuestiona esta postura. Y, mientras los consumidores, cada vez más preocupados por la salud y con problemas económicos, reducen el consumo de alcohol, lo que supone un duro golpe para los beneficios de las empresas, el enfrentamiento revela cómo el sector está intensificando sus esfuerzos para evitar nuevas amenazas.
EL ACUERDO SANITARIO DE LA ONU SUAVIZA LAS MEDIDAS SOBRE ALCOHOL
La OMS y otras autoridades sanitarias afirman que el consumo de alcohol, a veces incluso en pequeñas cantidades, está relacionado con un mayor riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer y otras enfermedades.
Dag Rekve, responsable de política técnica de la OMS, dijo a Reuters que, a nivel de la población, estos daños para la salud eran "consistentes y estaban bien documentados".
Pero los fabricantes de alcohol afirman que la ciencia es más complicada y demuestra que beber con moderación entraña poco riesgo. Julian Braithwaite, director general de la Alianza Internacional para el Consumo Responsable de Alcohol (IARD, por sus siglas en inglés), dijo a Reuters que el sector pretende "recuperar el control del debate sobre el alcohol".
Para ello, los miembros de la IARD, entre los que se encuentran los principales fabricantes de cerveza y bebidas espirituosas, han aumentado la financiación de la organización para que desempeñe un papel más activo en los debates científicos relacionados con el alcohol y contrarreste el mensaje procedente de los organismos sanitarios.
El punto álgido de esta batalla es un nuevo acuerdo respaldado por la ONU, cuya adopción por los países está prevista para el 25 de septiembre, que establece objetivos para combatir las enfermedades no transmisibles, algunas de ellas relacionadas con el alcohol.
Los controles del alcohol propuestos por la OMS aparecían en el primer borrador del acuerdo publicado en mayo. Sin embargo, una versión posterior, de principios de septiembre, también pública, muestra que se han eliminado o debilitado.
La OMS dijo la semana pasada que el proceso se había visto afectado por intensas presiones, entre ellas las del sector del alcohol.
Una carta a la que tuvo acceso Reuters muestra que, en mayo, poco después de que se hiciera público el primer borrador del acuerdo, la Cámara Nacional de la Industria Tequilera (CNIT) de México, que representa a los principales fabricantes de bebidas espirituosas, se dirigió al Gobierno mexicano.
En la carta, la CNIT pedía a las autoridades mexicanas que aprovecharan las conversaciones con otros Gobiernos para ayudar a eliminar las referencias a las medidas respaldadas por la OMS, incluidos los compromisos de aumentar los impuestos sobre el alcohol y restringir su disponibilidad en las tiendas.
Esas propuestas fueron posteriormente atenuadas en el borrador de septiembre para decir que los países deberían "considerar" la introducción de aumentos de impuestos "de acuerdo con las circunstancias nacionales" y "considerar (...) medidas de disponibilidad".
En otra carta enviada al Gobierno mexicano en nombre del gigante cervecero neerlandés Heineken se sugería cambiar la propuesta de prohibir o restringir la publicidad del alcohol para centrarla en la publicidad dirigida a menores.
La propuesta de restringir la publicidad de bebidas alcohólicas se eliminó de la versión de septiembre del acuerdo.
Por su parte, la asociación cervecera Belgian Brewers escribió en junio a la oficina del vice primer ministro belga para quejarse de que el ministro de Sanidad del país estaba adoptando "posturas radicales" en relación con el texto de la ONU, según se lee en un correo electrónico al que tuvo acceso Reuters.
El grupo del sector señaló los intentos de cambiar una referencia sobre la reducción del impacto del consumo nocivo, como la adicción al alcohol, en un comunicado que se refería a todo tipo de bebida.