Por Andrew Chung
WASHINGTON, 19 sep (Reuters) - El Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, solicitó el viernes a la Corte Suprema que le permita bloquear la emisión de pasaportes que reflejen la identidad de género de los estadounidenses transgénero y no binarios.
El Departamento de Justicia presentó una solicitud de emergencia para revocar la orden de un juez federal que prohíbe al Departamento de Estado aplicar una política ordenada por Trump.
La disputa es una de varias relacionadas con un decreto que Trump firmó tras regresar al cargo el 20 de enero que ordena al Gobierno reconocer solo dos sexos biológicamente distintos, masculino y femenino.
El documentos judiciales, el Gobierno argumentó que la orden del juez "no tiene bases en la ley o la lógica".
"Los ciudadanos particulares no pueden obligar al Gobierno a utilizar designaciones de sexo inexactas en documentos de identificación que no reflejan el sexo biológico de la persona, especialmente en documentos de identificación que son propiedad del Gobierno y constituyen un ejercicio del poder constitucional y legal del presidente para comunicarse con gobiernos extranjeros", escribieron los abogados del Departamento de Justicia.
La jueza federal de distrito Julia Kobick, en Boston, dictó en abril una orden judicial preliminar que suspendió la aplicación de la política contra seis de las siete personas transgénero y no binarias que presentaron una demanda para impugnarla. Posteriormente, amplió el alcance de su fallo para suspender la aplicación de la política contra todos los titulares de pasaportes transgénero, no binarios e intersexuales que se encuentren en una situación similar.
Kobick, nombrada por el expresidente demócrata Joe Biden, consideró que la política del Departamento de Estado era arbitraria y se basaba en un prejuicio irracional hacia los estadounidenses transgénero que violaba sus derechos de igualdad de protección en virtud de la Quinta Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos.
La Corte de Apelaciones del Primer Circuito de los Estados Unidos, con sede en Boston, rechazó el 4 de septiembre suspender la orden de Kobick, lo que llevó al Gobierno de Trump a presentar una solicitud ante la Corte Suprema.