Por Emma Farge
GINEBRA, 15 sep (Reuters) - Un acuerdo histórico para frenar miles de millones de dólares en subsidios que contribuyen a la sobrepesca entró en vigor el lunes, dijo la Organización Mundial del Comercio (OMC), una medida que los activistas saludaron como un paso para ayudar a las poblaciones mundiales de peces a recuperarse.
Se trata del primer acuerdo que entra en vigor en la OMC desde 2017, tras años de debates estancados y luchas internas, además de, más recientemente, un aumento de los aranceles estadounidenses que dejó a algunos críticos preguntándose si el organismo con sede en Ginebra tenía futuro.
La ratificación formal por parte de Brasil, Kenia, Tonga y Vietnam el lunes significó que el acuerdo, acordado por primera vez en 2022, contaba ahora con el apoyo necesario de dos tercios de los miembros, dijo un portavoz de la OMC.
A partir de ahora, los gobiernos no podrán conceder subvenciones a las poblaciones de peces sobreexplotadas ni a la pesca en aguas internacionales fuera de sus jurisdicciones. Los países más pobres podrán acceder a un fondo para facilitar su incorporación al acuerdo.
"Las poblaciones de peces de todo el mundo tendrán la oportunidad de recuperarse, lo que beneficiará a los pescadores locales que dependen de un océano sano", declaró Megan Jungwiwattanaporn, de Pew Charitable Trusts.
Los Gobiernos de todo el mundo pagan unos 35.400 millones de dólares anuales a sus flotas pesqueras, incluidas subvenciones de combustible que les permiten pescar en océanos lejanos, según mostró un estudio de 2019 en Marine Policy.
China, la UE, Estados Unidos, Corea del Sur y Japón figuran entre los cinco países que más subvenciones conceden, aunque no todos entran en el ámbito de aplicación del acuerdo de la OMC.
Las negociaciones sobre nuevas normas de pesca que abarquen cuestiones controvertidas excluidas del primer acuerdo han fracasado, ya que India y otras economías en desarrollo buscan excepciones que muchos otros Estados consideran inviables.
La primera parte del acuerdo, que entró en vigor el lunes, llevó más de 20 años de negociaciones y expirará dentro de cuatro años si no se acuerdan normas más exhaustivas.
La directora general, Ngozi Okonjo-Iweala, dijo en una entrevista a principios de este mes que veía motivos para el optimismo en que el organismo pueda concluir las conversaciones o encontrar una forma de detener la expiración del primer acuerdo.