Por Lewis Jackson y Amy Lv
15 sep (Reuters) - Los demócratas estadounidenses han pedido al Gobierno de Trump que presione a China para frenar la "sobreproducción estructural", con una transformación del modelo económico de Pekín, mientras el secretario del Tesoro, Scott Bessent, mantiene conversaciones con representantes chinos en España.
Los miembros demócratas de un comité de la Cámara de Representantes sobre China dijeron que cualquier acuerdo comercial bilateral debería incluir "requisitos vinculantes" para que Pekín reduzca la sobrecapacidad industrial, según una carta que enviaron a Bessent y a otros altos cargos de comercio el viernes y a la que tuvo acceso Reuters.
China produce muchos más bienes manufacturados de los que se pueden consumir en el país, lo que alimenta enormes envíos al extranjero y guerras de precios en el interior. Aunque las autoridades chinas han rechazado repetidamente las afirmaciones estadounidenses sobre el exceso de capacidad, Pekín ha lanzado una campaña contra la deflación y la guerra de precios en algunos sectores.
Bessent y el representante comercial Jamieson Greer, a quien se dirige la carta junto con el secretario de Comercio Howard Lutnick, iniciaron el domingo conversaciones en Madrid con un equipo chino encabezado por el vice primer ministro He Lifeng.
Los departamentos del Tesoro y Comercio no respondieron a las preguntas sobre la carta.
Es poco probable que la carta de los miembros del Comité Selecto sobre China de la Cámara de Representantes, que repite argumentos del Gobierno de Biden, especialmente de la exsecretaria del Tesoro Janet Yellen, conmueva al Gobierno republicano de Donald Trump. Sin embargo, subraya la profundidad de la preocupación por China en Washington, donde el acuerdo bipartidista es raro.
"El uso histórico y destructivo por parte de la RPC de la sobreproducción estructural para impulsar el crecimiento económico tiene un coste indiscutible para la industria estadounidense, el empleo y la estabilidad de los mercados internacionales", dice la carta, en referencia al nombre oficial de China, República Popular China.
Las dos mayores economías del mundo han luchado por convertir una tregua sobre aranceles de tres dígitos, prorrogada 90 días el mes pasado, en un acuerdo comercial duradero para abordar reclamaciones que van desde el fentanilo y el déficit comercial estadounidense hasta la propiedad de la red social TikTok.
La sobrecapacidad debe abordarse en las conversaciones, dice la carta, señalando las industrias del acero y de paneles solares de China como ejemplos en los que una expansión masiva de la oferta fue seguida de oleadas de exportaciones que socavaron puestos de trabajo y la industria en EEUU y en otros lugares.
Según la carta, el Gobierno también debería aprovechar la angustia que estas exportaciones causan en sus aliados y socios, y trabajar con ellos para elaborar una respuesta internacional al exceso de capacidad de China.
Esto requiere un enfoque "más equilibrado" de los aranceles, añade, en referencia a la herramienta de política económica favorita del Gobierno de Trump.
El Gobierno de Trump ha impuesto aranceles a aliados cercanos como Corea del Sur y Japón, aunque algunos gravámenes se han reducido posteriormente a cambio de compromisos de inversión o recortes arancelarios recíprocos.