TAIPÉI, 15 sep (Reuters) - China está tergiversando intencionadamente documentos de la Segunda Guerra Mundial para presionar y aislar a Taiwán, dado que esos acuerdos no determinaban el estatus político definitivo de la isla, según declaró la embajada de facto de Estados Unidos en Taipéi.
El 80º aniversario del final de la guerra ha estado marcado por una agria disputa entre Taipéi y Pekín sobre su significado histórico más amplio y su relevancia en la actualidad.
El Gobierno de Pekín afirma que documentos como la Declaración de El Cairo y la Proclamación de Potsdam respaldan sus reivindicaciones legales de soberanía sobre la isla, ya que en su redacción se afirma que Taiwán debía ser "restaurado" al dominio chino, siendo Taiwán una colonia japonesa en aquel momento.
El Gobierno chino de la época era la República de China, que en 1949 huyó a Taiwán tras perder la guerra civil contra los comunistas de Mao Zedong.
La República de China sigue siendo el nombre formal de Taiwán, y su Gobierno afirma que en ningún acuerdo de la Segunda Guerra Mundial se mencionó a la República Popular China de Mao porque entonces no existía, por lo que Pekín no tiene derecho a reclamar Taiwán ahora.
"China tergiversa intencionadamente documentos de la Segunda Guerra Mundial, como la Declaración de El Cairo, la Proclamación de Potsdam y el Tratado de San Francisco, para tratar de apoyar su campaña coercitiva para subyugar a Taiwán", declaró el lunes el Instituto Americano de Taiwán en un comunicado enviado por correo electrónico a Reuters.
"Las narrativas de Pekín son simplemente falsas, y ninguno de estos documentos determinó el estatus político definitivo de Taiwán".
El Tratado de Paz de San Francisco fue firmado por Japón en 1951, renunciando a sus pretensiones sobre Taiwán, aunque en él se deja sin resolver la soberanía de la isla. Pekín afirma que el tratado es "ilegal e inválido", dado que no participó.
Estados Unidos puso fin a sus lazos oficiales con Taipéi en 1979, cuando reconoció a Pekín, pero sigue siendo el principal patrocinador internacional de la isla.
Washington sigue una "política de una sola China", según la cual oficialmente no se pronuncia sobre la soberanía de Taiwán y solo reconoce la postura de China al respecto.
"Las falsas narrativas legales forman parte de una campaña más amplia de Pekín para tratar de aislar a Taiwán de la comunidad internacional y limitar las opciones soberanas de otros países respecto a sus interacciones con Taiwán", añadió el Instituto Americano en Taiwán, la embajada de facto de Estados Unidos.