SEÚL, 11 sep (Reuters) - El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ofreció a cientos de trabajadores surcoreanos arrestados durante una redada migratoria quedarse en Estados Unidos para formar a trabajadores estadounidenses, pero solo uno ha optado por quedarse, dijeron responsables surcoreanos.
El ofrecimiento de Trump provocó un retraso de un día en la salida de un avión para llevar a los trabajadores a Corea. Ahora está previsto que salga de Estados Unidos a última hora del jueves.
Unos 300 surcoreanos fueron detenidos la semana pasada junto con otras 175 personas en las obras del proyecto de Hyundai Motor 005380.KS y LG Energy Solution 373220.KS, de 4.300 millones de dólares, para construir baterías para coches eléctricos en Georgia.
El presidente surcoreano, Lee Jae Myung, dijo en una rueda de prensa el jueves que los procedimientos de salida se detuvieron mientras los responsables respondían a la sugerencia de Trump.
Trump dijo a los responsables estadounidenses que "alentaran" a los trabajadores detenidos en la planta de baterías a permanecer en el país, según un cargo del Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Sur, y añadió que Trump sugirió que se quedaran para seguir enseñando o formando a los estadounidenses.
El ministro surcoreano de Asuntos Exteriores, Cho Hyun, que se encontraba en Washington para tratar el asunto con el secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, respondió sugiriendo a los coreanos que volaran a casa para recuperarse y luego regresaran si querían, dijo el responsable.
La Casa Blanca, el Departamento de Estado y el Departamento de Seguridad Nacional no respondieron a las solicitudes de comentarios.
Cho también dijo que no se esposará a los trabajadores cuando sean trasladados del centro de detención al aeropuerto, informó la agencia de noticias Yonhap.
Las autoridades de inmigración estadounidenses suelen esposar y encadenar a los inmigrantes cuando son trasladados en vuelos de deportación.
La redada de la semana pasada ha conmocionado a Corea del Sur y ha suscitado dudas entre las empresas surcoreanas sobre la viabilidad de hacer negocios en Estados Unidos.
Las empresas coreanas se han quejado de los estrictos límites impuestos por Estados Unidos a los visados para trabajadores extranjeros cualificados, que, según ellas, les dificultan enviar rápidamente personal para hacer frente a las complejidades de la construcción de fábricas de vanguardia o para formar a trabajadores locales.