Por Yuka Obayashi, Nobuhiro Kubo y Leika Kihara
TOKIO, 7 sep (Reuters) - El primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, dimitió el domingo, dando paso a un periodo potencialmente largo de incertidumbre política en un momento de inestabilidad para la cuarta mayor economía del mundo.
Tras ultimar los detalles de un acuerdo comercial con Estados Unidos para reducir los aranceles impuestos por Donald Trump, Ishiba, de 68 años, dijo en rueda de prensa que debe asumir la responsabilidad de una serie de duras derrotas electorales.
Desde que llegó al poder hace menos de un año, el primer ministro ha visto a su coalición gobernante perder la mayoría en las elecciones para ambas cámaras del Parlamento en un contexto de ira de los votantes por el aumento del costo de vida.
Dio instrucciones a su Partido Liberal Democrático -que ha gobernado Japón durante casi todo el periodo de posguerra- para que celebrara una carrera de emergencia por el liderazgo, y añadió que continuaría en sus funciones hasta que se eligiera a su sucesor.
"Con la firma del acuerdo comercial por parte de Japón y el decreto del presidente, hemos superado un obstáculo clave", dijo Ishiba, con la voz entrecortada por la emoción. "Me gustaría pasar el testigo a la siguiente generación".
Ishiba se ha enfrentado a peticiones de dimisión desde la última derrota en las elecciones a la cámara alta en julio. El PLD tenía previsto celebrar el lunes una votación sobre la conveniencia de convocar elecciones extraordinarias.
La preocupación por la incertidumbre política provocó una liquidación de yenes y deuda pública japonesa la semana pasada, y el rendimiento del bono a 30 años alcanzó el miércoles un máximo histórico.
Los inversores se centran en la posibilidad de que Ishiba sea sustituido por un defensor de una política fiscal y monetaria más laxa, como la veterana del PLD Sanae Takaichi, que ha criticado las alzas de las tasas de interés del Banco de Japón.
Ishiba derrotó por un estrecho margen a Takaichi en la segunda vuelta del año pasado para el liderazgo del PLD. Shinjiro Koizumi, quien ha ganado prominencia como ministro de Agricultura de Ishiba, es otro posible sucesor.
"Dada la creciente presión política sobre Ishiba tras las repetidas derrotas electorales del PLD, su dimisión era inevitable", afirmó Kazutaka Maeda, economista del Instituto de investigación Meiji Yasuda.
"En cuanto a los posibles sucesores, Koizumi y Takaichi se consideran los candidatos más probables. Aunque no se espera que Koizumi introduzca grandes cambios, la postura de Takaichi sobre la política fiscal expansiva y su cautela a la hora de subir las tasas de interés podrían suscitar el escrutinio de los mercados financieros", afirmó Maeda.
Dado que la coalición gobernante ha perdido su mayoría parlamentaria, no está garantizado que el próximo líder del PLD se convierta en primer ministro, aunque es probable que así sea, ya que el partido sigue siendo con diferencia el más numeroso en la cámara baja.
El próximo líder puede optar por convocar a unas elecciones anticipadas para buscar un mandato, dicen analistas. Mientras la oposición sigue fracturada, el partido Sanseito, de extrema derecha y contrario a la inmigración, logró grandes avances en las elecciones de julio a la Cámara Alta, incorporando a la corriente política ideas que antes eran marginales.
Casi el 55% de los encuestados en un sondeo de la agencia de noticias Kyodo publicado el domingo afirmaron que no era necesario celebrar elecciones anticipadas.