Por Amy Tennery
NUEVA YORK, 6 sep (Reuters) - La tenista bielorrusa Aryna Sabalenka derrotó el sábado a la local Amanda Anisimova, octava cabeza de serie, por 6-3 y 7-6(3) en la final femenina del Abierto de Estados Unidos, para defender con éxito su título y elevar a cuatro su cuenta de coronas del Grand Slam.
La bielorrusa no se ha perdido ninguna final de un Grand Slam en pista dura desde 2022 y ahora suma cuatro títulos en los torneos más importantes del circuito, convirtiéndose en la primera mujer en ganar dos ediciones coronas en Flushing Meadows desde que Serena Williams lograra tres triunfos seguidos entre 2012 y 2014.
"Quiero dar las gracias a todos los que han venido aquí, a los que han volado para estar en mi palco", dijo Sabalenka, que cayó de rodillas tras ganar el encuentro y saltó con sus entrenadores en las gradas en una escena de alegría absoluta.
"Voy a llegar a muchas más finales y no me importa en qué parte del mundo estén, los quiero en mi palco".
La batalla entre dos de las mujeres con los golpes más fuertes y los mejores saques del tenis se redujo a errores no forzados, en un partido en el que Sabalenka aprovechó su experiencia para ofrecer una actuación casi impecable.
El conteo de errores no forzados de Sabalenka llegó a 15, frente a los 29 de su oponente.
Jugando apenas su segunda final importante, Anisimova, nacida en Nueva Jersey, tuvo a los espectadores del famoso Arthur Ashe Stadium de su lado, pero nunca pudo mantener el impulso ante su rival.
"Ha sido un verano estupendo, perder dos finales seguidas es genial, pero también es muy duro", dijo Anisimova, de 24 años.
Sabalenka, de 27 años, mantuvo la sangre fría con solo cuatro errores no forzados en el primer set, convirtiendo los tres puntos de quiebre que consiguió y acallando el ruido del público local.
Sabalenka se adelantó con un quiebre en el segundo set, pero no pudo cerrarlo, ya que le dio a Anisimova una oportunidad de break con un smash fallido en el décimo juego y la estadounidense lo aprovechó.
Sin embargo, la bielorrusa volvió a mostrar toda su solidez en el "tie-break" y cerró el partido con un servicio imposible de devolver, dejando a Anisimova de nuevo en lágrimas tras la dolorosa derrota por 6-0 y 6-0 en la final de Wimbledon hace dos meses.