Por David Brunnstrom, Josh Smith y Ju-min Park
WASHINGTON/SEÚL, 25 ago (Reuters) - El nuevo presidente de Corea del Sur, Lee Jae Myung, se enfrentará el lunes a un momento crucial cuando se reúna con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en Washington para celebrar su primera cumbre, en un momento en el que la alianza entre ambos países, que dura ya varias décadas, se ve obligada a hacer frente a los rápidos cambios geopolíticos.
De la reunión depende en gran medida Lee, que asumió el cargo en junio tras unas elecciones anticipadas convocadas después de que su predecesor conservador, alabado en Washington por su línea dura respecto a Corea del Norte, fuera destituido por intentar imponer la ley marcial.
La economía de Corea del Sur depende en gran parte de Estados Unidos, que garantiza su seguridad con tropas y disuasión nuclear. Lee espera trazar un camino equilibrado de cooperación con Estados Unidos, sin enemistarse con China, su principal socio comercial.
Mientras se dirigía a Estados Unidos, Lee envió una delegación especial a Pekín, que transmitió un mensaje pidiendo la normalización de las relaciones con China, tensas en los últimos años.
Corea del Sur es desde hace tiempo objeto de críticas selectivas por parte de Trump, que la ha calificado de "máquina de hacer dinero" que se aprovecha de la protección militar estadounidense.
Lee buscará causar una buena impresión, conectar personalmente con Trump y sobre todo, evitar sorpresas desagradables, según los analistas.
Bajo una fuerte presión del Gobierno de Trump, los negociadores surcoreanos lograron un acuerdo de última hora el mes pasado para evitar los más duros de los nuevos aranceles estadounidenses, pero aún deben pulir los detalles de miles de millones de dólares en inversiones prometidas en Estados Unidos.
Responsables surcoreanos dicen que esperan que estas negociaciones comerciales a nivel de trabajo se dejen en gran medida para otras reuniones.
"Hay muchos temas importantes en el campo de la seguridad", dijo la semana pasada Kim Yong-beom, principal asesor político de Lee. "Nuestra postura es que el comercio ya se ultimó la última vez. Esperamos que en la cumbre no se incluyan planes de implementación específicos para el comercio, o al menos que sean sencillos si se discuten".
Lee, que llegó a Washington el domingo, destacará algunas de las inversiones previstas por Corea del Sur cuando visite, tras la cumbre, un astillero en Filadelfia propiedad del grupo Hanwha del país. La cooperación para ayudar al debilitado sector de la construcción naval estadounidense forma parte del amplio acuerdo arancelario alcanzado entre los países.