By David Ljunggren, John Irish, Andreas Rinke
KANANASKIS, ALBERTA, 16 jun (Reuters) - Los líderes del Grupo de los Siete países inician este lunes su reunión anual en un escenario de guerras en Ucrania y Medio Oriente que se suman a la incertidumbre económica mundial, mientras el país anfitrión, Canadá, trata de evitar un enfrentamiento con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Los líderes del G7 de Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y Estados Unidos, junto con la Unión Europea, se reúnen en el complejo turístico de Kananaskis, en las Montañas Rocosas canadienses, hasta el martes.
Pero más allá del sereno y pintoresco entorno montañoso, los líderes se enfrentan a desafíos. Los primeros cinco meses del segundo mandato de Trump trastocaron la política exterior sobre Ucrania, aumentaron la preocupación por sus lazos más estrechos con Rusia y resultaron en aranceles a los aliados de Estados Unidos.
Ante la escalada del conflicto entre Israel e Irán, que está disparando los precios mundiales del petróleo, la cumbre de Canadá se considera vital para intentar restaurar una apariencia de unidad entre las potencias democráticas.
"El objetivo más importante será que las siete mayores naciones industriales del mundo se pongan de acuerdo y tomen medidas", dijo el canciller alemán Friedrich Merz antes de asistir a su primera cumbre del G7.
No será fácil. Tras años de consenso, los aliados tradicionales se han esforzado por mantener el compromiso de Trump y la unidad.
Canadá ha abandonado cualquier esfuerzo por adoptar un comunicado global que lo abarque todo para evitar que se repita la cumbre de 2018 en Quebec, cuando Trump dio instrucciones a la delegación estadounidense para que retirara su aprobación del comunicado final después de marcharse.
En su lugar, Ottawa ha intentado obtener el consenso para una declaración del presidente que resuma las discusiones clave y otras seis declaraciones prenegociadas sobre temas como la migración, la inteligencia artificial y los incendios.
Las conversaciones del lunes se centrarán en la economía, el avance de los acuerdos comerciales y China.
Los esfuerzos por alcanzar un acuerdo para rebajar el tope de precios del G7 sobre el petróleo ruso, incluso si Trump decidiera no participar, se han complicado por la escalada de los precios del crudo desde que Israel atacó Irán el 12 de junio, según dos fuentes diplomáticas.
La escalada entre los dos enemigos regionales está en la agenda, con fuentes diplomáticas diciendo que esperan lograr al menos una declaración conjunta para instar a la moderación y el retorno a la diplomacia.
"Estamos unidos. Nadie quiere ver a Irán conseguir un arma nuclear y todo el mundo quiere que se reanuden las charlas y las negociaciones", dijo el presidente de Francia, Emmanuel Macron, a los periodistas en Groenlandia el domingo antes de viajar a Canadá.
Macron añadió que, dada la dependencia de Israel de las armas y municiones estadounidenses, Washington tenía la capacidad de reiniciar las negociaciones.
Trump dijo el domingo que se estaban llevando a cabo muchas llamadas y reuniones para negociar la paz.