Investing.com — La economía de Japón se contrajo mucho más de lo esperado en el primer trimestre de 2025, ya que las exportaciones clave del país cayeron debido a interrupciones relacionadas con aranceles en el comercio global, mientras que el consumo privado siguió débil.
El PIB cayó un 0,7% interanual, según mostraron datos gubernamentales el viernes. La lectura fue más débil que las expectativas de una caída del 0,2% y un marcado retroceso frente al crecimiento del 2,4% observado en el trimestre anterior.
En términos trimestrales, el PIB cayó un 0,2% frente a las expectativas de una caída del 0,1%.
La demanda externa como componente del PIB fue el mayor lastre para el crecimiento general, cayendo un 0,8% trimestral, superando las expectativas de una caída del 0,6%.
La lectura señaló debilidad en las exportaciones japonesas durante el trimestre, en medio de incertidumbre sobre los aranceles estadounidenses y la disminución de la demanda en mercados importantes como China.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, comenzó a implementar su agenda arancelaria en la última parte del trimestre, imponiendo un arancel universal del 10% a todas las importaciones, así como fuertes gravámenes a automóviles extranjeros y productos seleccionados.
Un yen fuerte también afectó las exportaciones, ya que la postura restrictiva del Banco de Japón y el aumento de la demanda de refugio seguro impulsaron la moneda.
El consumo privado como componente del PIB se mantuvo estable trimestralmente, por debajo de las expectativas de un aumento del 0,1%. El consumo se ha enfriado constantemente desde mediados de 2024, a medida que los efectos de los aumentos salariales comenzaron a disiparse. Sin embargo, las recientes negociaciones laborales de primavera produjeron otra ronda de aumentos salariales para 2025, lo que probablemente impulsará el gasto privado a corto plazo.
El gasto de capital fue el único punto brillante en el PIB del primer trimestre, aumentando un 1,4% trimestral, superando las expectativas del 0,8%.
La lectura del viernes indicó que la economía japonesa se estaba enfriando después de un 2024 moderadamente fuerte. Un crecimiento interno más suave probablemente dará al Banco de Japón menos margen para subir las tasas de interés.
Pero la inflación se mantuvo persistente durante el trimestre, con el índice de precios del PIB aumentando un 3,2% interanual, en línea con las expectativas.
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