Investing.com — El presidente Donald Trump cree que su enfoque comercial de palo y zanahoria tiene las características de una obra maestra económica que impulsará la economía hacia la estratosfera, pero los economistas de JPMorgan (NYSE:JPM) advierten que las dificultades posteriores al Brexit del Reino Unido ofrecen una lección cautelar para el actual alejamiento de Estados Unidos de la globalización.
"Los recientes cambios arancelarios de Estados Unidos son un shock para el régimen comercial global que tendrá consecuencias que perdurarán en el futuro", señalaron los economistas, destacando que tanto los cambios en EE.UU. como en el Reino Unido fueron motivados por la incomodidad con la globalización, la inmigración y el declive manufacturero.
Tras el voto del Brexit en 2016, se esperaba que el Reino Unido se sumergiera en la oscuridad económica. Pero una economía global en fortalecimiento duplicó el crecimiento de las exportaciones británicas al 5%, y las largas negociaciones de salida con la UE, que aseguraron que los términos comerciales existentes permanecieran intactos, evitaron una recesión inmediata. Sin embargo, esto enmascaró un "shock doméstico" y el inicio de un impacto lento en la oferta incluso antes de la salida oficial de la UE en 2021, dijeron los economistas.
En el Reino Unido, el crecimiento del consumo de los hogares se desaceleró bruscamente del 4% antes del referéndum del Brexit de 2016 a solo el 1,5% un año después, mientras que el crecimiento de la inversión empresarial colapsó del 9% a cero. A pesar de una caída del 10% en la moneda que elevó la inflación al 3% en 2017, el Banco de Inglaterra recortó las tasas y reinició la flexibilización cuantitativa, solo para ver que las encuestas y el PIB se recuperaban temporalmente.
Este shock económico autoinfligido se propagó a través de las principales arterias de la economía del Reino Unido, dejando cicatrices en tres canales principales: una caída en la intensidad comercial, una disminución en la inmigración que empeoró la escasez de mano de obra, y una disminución de varios años en la inversión empresarial.
Este deterioro estructural de combustión lenta es quizás la lección más reveladora de la experiencia del Reino Unido, advierte JPMorgan: "Estados Unidos podría estar a punto de experimentar algo similar".
Incluso si se evita una recesión estadounidense en el corto plazo, el riesgo es un lastre de combustión lenta en el crecimiento, la inversión y la productividad, tal como ha experimentado el Reino Unido, con la mayoría de los votantes diciendo ahora que apoyarían volver a unirse a la UE, casi una década después del Brexit.
El shock comercial de EE.UU. puede no desencadenar una crisis inmediata, pero el análisis de JPMorgan sobre el Brexit sugiere que el verdadero riesgo es una erosión gradual y difícil de revertir del potencial económico, una lección que vale la pena tener en cuenta mientras los responsables de la política monetaria promocionan el régimen arancelario actual como necesario para un nuevo amanecer del excepcionalismo estadounidense.
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