Investing.com — Con las elecciones federales de Canadá programadas para el 28 de abril, los votantes y los mercados están analizando las plataformas de campaña en busca de señales sobre gastos y déficits. Sin embargo, el economista jefe de CIBC (TSX:CM), Avery Shenfeld, afirma que los inversores no deberían dar demasiada importancia a las proyecciones fiscales ofrecidas por cualquiera de los principales partidos.
"Podría haber una gran brecha entre lo que está impreso... y lo que podríamos ver el día del presupuesto", escribió Shenfeld en una nota a los clientes. Las previsiones tanto de los liberales como de los conservadores se basan en proyecciones de la Oficina Parlamentaria de Presupuesto, que asumen una moderación de los riesgos comerciales y un crecimiento constante.
Esas suposiciones podrían estar ya obsoletas. Shenfeld destaca que el escenario base de la OPB no incorpora el impacto directo de los aranceles estadounidenses sobre las exportaciones canadienses clave. "La campaña ha puesto la atención en los aranceles estadounidenses", señaló, pero ambos partidos cuentan con ingresos provenientes de los aranceles de represalia de Canadá, ingresos que solo se materializan si Estados Unidos no intensifica aún más.
Advierte que ninguno de los partidos sabe cómo serán las condiciones económicas en unos meses, y mucho menos en el año fiscal 2025-26. "En realidad, no queremos que un primer ministro establezca la política monetaria en piedra", dijo Shenfeld, advirtiendo que la situación sigue siendo fluida y altamente sensible a los desarrollos comerciales globales.
Aunque ambos partidos ofrecen enfoques contrastantes sobre estímulos y restricciones, Shenfeld argumenta que las condiciones económicas impulsarán en última instancia el equilibrio fiscal. Si el crecimiento se acelera y las tensiones comerciales disminuyen, los déficits más bajos tienen sentido. Pero si "la guerra comercial u otros acontecimientos nos llevan a una recesión", serán necesarios déficits mayores.
Esto no sería sin precedentes: las recesiones anteriores bajo gobiernos tanto conservadores como liberales vieron cambios presupuestarios a mitad de año y gastos de estímulo. Shenfeld señaló las expansiones del déficit bajo Stephen Harper durante la crisis financiera de 2008 y Justin Trudeau durante la pandemia de COVID-19.
Por ahora, ambos partidos pretenden contener los déficits dentro de parámetros modestos. Pero Shenfeld enfatiza que la flexibilidad política será crucial mientras Ottawa enfrenta choques comerciales y un posible aumento del desempleo.
También señaló que los mercados "podrían no estar completamente valorados" para un aumento en la emisión de bonos del gobierno canadiense, especialmente en el extremo largo de la curva. Si los riesgos económicos aumentan, los inversores podrían comenzar a considerar una respuesta fiscal más agresiva.
En última instancia, el resultado de las elecciones no resolverá por sí solo las perspectivas fiscales. "Necesitamos dar a nuestro próximo primer ministro... margen de maniobra para ajustar la política sobre la marcha", concluyó Shenfeld.
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