Jefe de agencia de la ONU para las migraciones ve cómo se agravan recortes presupuestarios en 2026

Por Emma Farge

GINEBRA, 25 mar (Reuters) - El jefe de la agencia de la ONU para las migraciones dijo el martes a los países que esperen recortes aún mayores en los programas en 2026 tras anunciar una caída récord del presupuesto de casi el 30% este año, a medida que finalizan los programas financiados por Estados Unidos y otros donantes se retraen.

La Organización Internacional para las Migraciones ya había anunciado un importante recorte de proyectos tras los recortes de ayuda exterior del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtiendo de que afectaría a miles de empleados y tendría un grave impacto en los migrantes.

La directora general estadounidense de la OIM, Amy Pope, dijo que habría una caída prevista en su presupuesto de 4.000 millones de dólares a 2.890 millones.

Esto ya está afectando a los esfuerzos para ayudar a los programas de reasentamiento de refugiados y al trabajo en Colombia, la República Democrática del Congo y con los refugiados rohingya.

"(En 2026) es cuando prevemos ver el mayor impacto en el presupuesto, no por supuesto sólo a causa de Estados Unidos, sino que hemos oído de muchos de nuestros donantes que prevén recortes adicionales en su financiación humanitaria y de desarrollo", dijo Pope en una reunión en Ginebra.

Estados Unidos, que aporta más del 40% de la financiación de la OIM, declaró este mes que se había cancelado el 80% de los programas de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.

Pope dijo que la OIM seguía recibiendo información actualizada de Washington sobre las repercusiones, pero advirtió de que incluso los contratos aprobados por el gobierno estadounidense podrían expirar a finales de este año.

Añadió que la organización, con sede en Ginebra, calcula que se verán afectados 7.000 puestos de trabajo -un ligero aumento respecto a su estimación anterior de 6.000-, pero que parte del personal podrá ser recontratado.

Pope fue asesora en la Casa Blanca del presidente estadounidense Joe Biden, lo que plantea dudas sobre cómo le iría a ella y a la institución bajo su sucesor Trump.

Esa cuestión no se abordó en la reunión, pero varios países instaron a Pope a presionar a Washington para que revierta los recortes de financiación.