Investing.com - La incertidumbre en torno a la política comercial de EE.UU. puede que ya haya alcanzado su punto máximo, según estrategas de Macquarie, quienes ven un cambio hacia una mayor estabilidad tras el nombramiento del nuevo representante comercial de EE.UU.
"Con el nuevo representante comercial de EE.UU., Jamieson Greer, asumiendo el cargo ayer, hay una renovada esperanza de que habrá más regularización y racionalización de las políticas y programas arancelarios de importación de la administración estadounidense, así como un impulso para más negociaciones con socios comerciales", señaló la firma.
Macquarie ahora cree que el "caos máximo" con respecto a la política arancelaria ha quedado atrás.
Esto ocurre después de meses de mayor incertidumbre, con políticas comerciales cambiantes que impactaron los mercados globales.
Creen que la expectativa de negociaciones más estructuradas podría ayudar a aliviar las preocupaciones de los inversores y estabilizar las cadenas de suministro que han sido interrumpidas por la incertidumbre arancelaria.
En otra parte de la nota, y más allá del comercio, Macquarie también destacó preocupaciones sobre la trayectoria económica de Brasil, particularmente en relación con sus objetivos fiscales.
"Creemos que las preocupaciones sobre si Brasil alcanzará su objetivo de déficit primario de un 0,0% en 2025 o un 0,25% en 2026 (un año electoral) persistirán, a pesar de las promesas hechas por el gobierno", escribieron los analistas.
Citaron un menor crecimiento y el deterioro de los términos de intercambio como riesgos clave que podrían pesar sobre la confianza. Se espera que el real brasileño (BRL) se debilite, con Macquarie pronosticando que el USD/BRL subirá hacia 6,30 cerca de fin de año.
En el frente europeo, Macquarie señaló la próxima votación de reforma fiscal de Alemania como un posible punto de inflexión, con expectativas de que un mayor endeudamiento podría estimular el crecimiento económico.
La firma cree que esta dinámica señala un desvanecimiento del "excepcionalismo estadounidense'" que dominó a finales de 2024, potencialmente conduciendo a un euro y una libra esterlina más fuertes a medio plazo.
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