Donald Trump ha tomado posesión como el 47º presidente de Estados Unidos, iniciando su segundo mandato en la Casa Blanca con la promesa de "la era dorada" para el país. Durante su discurso inaugural, titulado 'La revolución del sentido común', enfatizó que Estados Unidos volverá a ser respetado globalmente y no permitirá ser aprovechado. En un enfoque nacionalista, anunció la creación de una Hacienda extranjera para imponer aranceles masivos y la recuperación del Canal de Panamá, así como el renombramiento del Golfo de México a Golfo de América.
Trump declaró una emergencia nacional en la frontera sur para detener la inmigración ilegal y prometió devolver a millones de inmigrantes ilegales a sus países de origen. También anunció una emergencia nacional energética, con planes para que Estados Unidos se convierta en un líder industrial global mediante la explotación de sus recursos de petróleo y gas. En cuanto a la justicia, Trump se comprometió a restaurar el imperio de la Ley y a eliminar el género y la raza como herramientas de ingeniería social, promoviendo una sociedad basada en méritos.
Agradeciendo a las comunidades negras y latinas por su apoyo, Trump declaró que luchará por el pueblo estadounidense para superar desafíos y fortalecer la nación. Con un tono ambicioso, aseguró que la declive de Estados Unidos ha terminado y que bajo su mandato, la nación alcanzará nuevas alturas de poder y prosperidad.