
Investing.com - Desde que se llevaron a cabo las elecciones presidenciales en México, el peso mexicano se ha visto golpeado frente al dólar estadounidense y ha tenido un comportamiento altamente volátil. Desde que comenzó el mes de junio y hasta este viernes, 16 de agosto, la divisa nacional observa una depreciación de alrededor de 9.6% con el tipo de cambio ubicándose alrededor de los 18.64 pesos por dólar; sin embargo, en este periodo ha fluctuado en niveles que van desde los 16.91 y llegando a sobrepasar los 20.00 el pasado 5 de agosto.
“Durante la mayor parte de los últimos años, el peso mexicano se ha comportado notablemente mejor que el dólar estadounidense. Esta tendencia se vio alterada por las elecciones de junio y, recientemente, el peso ha vuelto a sufrir presiones de depreciación debido a la reversión de la política monetaria mundial”, mencionó Brendan McKenna, economista internacional para Well Fargo.
El complejo escenario que ha enfrentado el peso mexicano se ha moldeado por varios factores, tanto internos como externos, ante los cuales el peso mexicano podrá salir bien librado, según el especialista de Wells Fargo (NYSE:WFC). Pero la posibilidad de que el expresidente Donald Trump vuelva a la Casa Blanca añade un importante elemento de incertidumbre a este optimismo.
A inicios de agosto, el peso mexicano sufrió un golpe debido a la reversión global de las operaciones de carry trade de divisas tras la subida de tasas del Banco de Japón y a la preocupación de que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) podría retrasar los recortes de las tasas de interés.
“Pero, si bien los riesgos políticos y de carry trade pueden persistir por el momento, creemos que el peso mexicano sigue siendo una moneda fundamentalmente sólida que puede experimentar una fortaleza a largo plazo”, mencionó.
Tras este suceso, hay optimismo para el peso. A pesar del recorte de tasas del Banco de México (Banxico), con la tendencia a la baja de las tasas en Estados Unidos el diferencial entre ambas seguirá siendo atractivo para los inversionistas, según Wells Fargo.
“Los riesgos de carry trade pueden persistir en cierta medida, pero es probable que el peso siga asociado a un grado saludable de carry que puede actuar como factor de apoyo para el peso a largo plazo (...) podemos afirmar que la perspectiva a largo plazo para el peso es que la divisa se fortalezca a lo largo de 2025”, dijo.
Ante la expectativa de que el Congreso de la Unión sea dominado por las fuerzas oficialistas y faciliten la aprobación de reformas que han puesto nerviosos a los inversionistas, como la del Poder Judicial, McKenna espera un escenario de prudencia, donde “las cabezas más frías prevalecen”. Esto, según el experto, sería el catalizador inicial para una recuperación del peso.
“Si la continuidad política se manifiesta, en contraposición a un debilitamiento de las instituciones mexicanas a través de reformas constitucionales, una disminución del riesgo político puede mejorar el sentimiento hacia el peso mexicano”, dijo.
Para Wells Fargo, la disminución del riesgo político, sumada a una mayor responsabilidad fiscal, pueden ser los motores clave del fortalecimiento a largo plazo del peso mexicano frente al dólar estadounidense.
En Wells Fargo anticipan además que el dólar estadounidense entrará en un periodo de depreciación cíclica frente a muchas divisas extranjeras, incluido el peso mexicano.
“Con la desaceleración de la economía estadounidense, pero con probabilidades de alcanzar un ‘aterrizaje suave’, y la Fed dispuesta a cambiar a una política monetaria más acomodaticia, la combinación de un crecimiento más robusto en el extranjero y un descenso las tasas de interés en Estados Unidos debería apoyar el riesgo a nivel global”, explicó McKenna.
Esto ocasionará que la demanda de divisas refugio como el dólar se desvanezca, mejorando las perspectivas para el peso mexicano.
El experto de Wells Fargo no descarta que las perspectivas favorables para el peso mexicano se puedan ver afectadas por las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos y el regreso de Donald Trump al poder, con un control fronterizo más estricto, aranceles y condiciones comerciales más duras que podrían perjudicar la economía real de México y la confianza en el peso.
“Sin embargo, no estamos, en este momento, convencidos de que un segundo mandato de Trump alterará materialmente la tendencia del peso mexicano a largo plazo”, mencionó el economista. Estas son las razones:
“El peso respondió particularmente mal a la victoria de Trump en 2016 debido en gran parte al factor sorpresa. En esta ocasión, mientras que la elección sigue siendo muy reñida a mediados de agosto, una victoria de Trump una victoria de Trump no sería un shock como el de 2016”, dijo.
“En nuestra opinión, esto introduce la idea de que no estará tan impulsado a seguir jugando con su base de seguidores con una retórica de estilo populista y de línea dura”, comentó. Esto podría llevar a que Trump se conduzca más hacia el centro del espectro político.
“Existe la teoría de que Trump puede utilizar el proceso de revisión del TMEC para asegurarse concesiones en materia de inmigración y control fronterizo con México. Hay que tener en cuenta que Trump negoció el TMEC, y si buscara modificaciones, habría cierto grado de reconocimiento público de los defectos del acuerdo comercial original. Tenemos nuestras dudas sobre si Trump admitiría defectos en un acuerdo que él negoció y su administración ratificó”, explicó el experto.
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