El S&P 500 reaccionó a la baja desde un nuevo máximo histórico alcanzado en 6.433, donde atrajo vendedores agresivos que llevaron el índice a mínimos del 23 de Julio en 6326. Actualmente, el S&P 500 opera sobre 6.332, cayendo un 0.48% en la jornada del jueves.
De acuerdo con la Oficina de Análisis Económico de Estados Unidos, el Índice de precios del gasto en consumo personal (PCE) aumentó un 2.6% en junio, superando el 2.5% previsto por los analistas y el 2.4% observado en el periodo anterior.
A la par, las peticiones semanales de subsidio por desempleo disminuyeron a 218.000 en la semana que concluyó el 26 de junio, por debajo de las 224.000 estimadas por el mercado.
En el entorno bursátil, las acciones de de Align Technology (ALGN) presentan una pérdida de un 36.61% el día de hoy, llegando a mínimos no vistos desde el 19 de marzo de 2020 en 127.70$.
ALGN obtuvo ingresos por 1.01 mil millones de dólares frente a los 1.06 mil millones de dólares previstos por el consenso, así como una ganancia por acción de 2.49$, inferior a los 2.573$ estimados.
Los valores de Baxter International (BAX) se desploman un 22.42%, visitando mínimos no vistos desde el 20 de julio de 2006 en 21.47$, firmando su segunda jornada consecutiva a la baja.
BAX anunció su reporte trimestral, consiguiendo ingresos por 2.81 mil millones de dólares en comparación con los 2.82 mil millones de dólares previstos. De igual forma, obtuvo una ganancia por acción de 0.59$, inferior a los 0.61$ proyectados.
El S&P 500 hila cuatro sesiones consecutivas en terreno negativo, cayendo 20 punto el día de hoy, finalizando la jornada en 6.342.
El S&P 500 reaccionó la baja desde una resistencia de corto plazo dado por el máximo histórico alcanzado el día de hoy en 6.433. Al sur, el soporte más cercano se encuentra en 6.200, mínimo del 16 de julio. La siguiente zona de soporte la observamos en 5.917, punto pivote del 19 de junio.
Gráfico diario del S&P 500
El S&P 500 es un índice bursátil muy seguido que mide el rendimiento de 500 empresas públicas y se considera una medida amplia del mercado bursátil estadounidense. La influencia de cada empresa en el cálculo del índice se pondera en función de la capitalización bursátil. Ésta se calcula multiplicando el número de acciones cotizadas de la empresa por el precio de la acción. El índice S&P 500 ha logrado rendimientos impresionantes: 1.00$ invertido en 1970 habría producido un rendimiento de casi 192.00$ en 2022. La rentabilidad media anual desde su creación en 1957 ha sido del 11.9%.
Las empresas se seleccionan por comité, a diferencia de otros índices en los que se incluyen en función de normas establecidas. Aun así, deben cumplir ciertos criterios de elegibilidad, el más importante de los cuales es la capitalización bursátil, que debe ser igual o superior a 12.700 millones de dólares. Otros criterios son la liquidez, el domicilio, la capitalización bursátil, el sector, la viabilidad financiera, el tiempo de cotización y la representación de los sectores de la economía de Estados Unidos. Las nueve mayores empresas del índice representan el 27.8% de la capitalización bursátil del índice.
Hay varias formas de operar con el S&P 500. La mayoría de los corredores minoristas y plataformas de spread betting permiten a los operadores utilizar Contratos por Diferencia (CFD) para realizar apuestas sobre la dirección del precio. Además, se pueden comprar fondos indexados, fondos de inversión y fondos cotizados (ETF) que siguen la cotización del S&P 500. El más líquido de los ETF es el ETF de la Bolsa de Londres. El más líquido de los ETF es el SPY de State Street Corporation. El Chicago Mercantile Exchange (CME) ofrece contratos de futuros sobre el índice y el Chicago Board of Options (CMOE) ofrece opciones, así como ETF, ETF inversos y ETF apalancados.
Son muchos los factores que impulsan al S&P 500, pero principalmente es el rendimiento agregado de las empresas que lo componen, revelado en sus informes de resultados trimestrales y anuales. Los datos macroeconómicos estadounidenses y mundiales también contribuyen, ya que influyen en la confianza de los inversores, que si es positiva impulsa las ganancias. El nivel de los tipos de interés, fijado por la Reserva Federal (Fed), también influye en el S&P 500, ya que afecta al coste del crédito, del que dependen en gran medida muchas empresas. Por lo tanto, la inflación puede ser un factor determinante, así como otros parámetros que influyen en las decisiones de la Reserva Federal.