El Índice del Dólar estadounidense (DXY), que rastrea el rendimiento del valor del Dólar frente a seis divisas principales, está acumulando algunas ganancias menores, cotizando alrededor de 99.40 al momento de escribir este martes. El Dólar más fuerte ha surgido justo al final de las horas de negociación asiáticas, después de que el Ministerio de Finanzas japonés (MoF) comentara que su plan de emisión de bonos podría ver algunos ajustes, con volúmenes más bajos. Esto hizo que los rendimientos japoneses colapsaran y que el Yen japonés (JPY) se devaluara frente al Dólar, con un efecto dominó a favor del Dólar estadounidense frente a varias divisas principales.
Mientras los mercados son optimistas sobre un acuerdo comercial entre EE.UU. y la UE en los próximos días, esta semana comenzará con datos de EE.UU. previstos para este martes, después del feriado público del Día de los Caídos, que mantuvo los mercados cerrados. Los operadores pueden anticipar los Pedidos de Bienes Duraderos de EE.UU. para abril y el Índice de Negocios Manufactureros de la Reserva Federal de Dallas para mayo, que es un buen indicador adelantado para ver cómo se mantiene el sector manufacturero tras la introducción de aranceles.
El Índice del Dólar estadounidense está listo para una recuperación tras un largo período de devaluación, y esa narrativa está cobrando fuerza este martes después de que se vieron signos muy tempranos el lunes. Se espera que el DXY vuelva a subir y busque una resistencia firme. Eso podría desencadenar un rechazo firme en niveles más altos y empujar al DXY más allá del mínimo de mayo, causando más devaluación para el Dólar y pérdidas para el DXY.
En el lado positivo, el nivel de 100.22, que mantuvo al DXY a raya en septiembre-octubre, es la primera resistencia, seguida por la línea de tendencia ascendente rota cerca de 100.80. Más arriba, la media móvil simple (SMA) de 55 días en 101.32 es el siguiente nivel a tener en cuenta, seguido por 101.90, un nivel pivotal a lo largo de diciembre de 2023 y una base para la formación de Cabeza y Hombros invertida (H&S) durante el verano de 2024. En caso de que los toros del Dólar estadounidense empujen al DXY aún más alto, el nivel pivotal de 103.18 entrará en juego.
Si el DXY ve alguna presión de venta renovada, un movimiento en picada podría materializarse hacia el mínimo del año hasta la fecha de 97.91 y el nivel pivotal de 97.73. Más abajo, un soporte técnico relativamente delgado se sitúa en 96.94 antes de mirar los niveles más bajos de este nuevo rango de precios. Estos estarían en 95.25 y 94.56, lo que significaría nuevos mínimos no vistos desde 2022.
Índice del Dólar estadounidense: Gráfico Diario
En términos generales, "trade war" es una guerra comercial, un conflicto económico entre dos o más países debido al extremo proteccionismo de una de las partes. Implica la creación de barreras comerciales, como aranceles, que resultan en contrabarreras, aumentando los costos de importación y, por ende, el coste de la vida.
Un conflicto económico entre Estados Unidos (EE.UU.) y China comenzó a principios de 2018, cuando el presidente Donald Trump estableció barreras comerciales contra China, alegando prácticas comerciales desleales y robo de propiedad intelectual por parte del gigante asiático. China tomó medidas de represalia, imponiendo aranceles a múltiples productos estadounidenses, como automóviles y soja. Las tensiones escalaron hasta que los dos países firmaron el acuerdo comercial Fase Uno entre EE.UU. y China en enero de 2020. El acuerdo requería reformas estructurales y otros cambios en el régimen económico y comercial de China y pretendía restaurar la estabilidad y la confianza entre las dos naciones. La pandemia de Coronavirus desvió la atención del conflicto. Sin embargo, vale la pena mencionar que el presidente Joe Biden, quien asumió el cargo después de Trump, mantuvo los aranceles y hasta añadió algunos gravámenes adicionales.
El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca como el 47º presidente de EE.UU. ha desatado una nueva ola de tensiones entre los dos países. Durante la campaña electoral de 2024, Trump se comprometió a imponer aranceles del 60% a China una vez que regresara al cargo, lo que hizo el 20 de enero de 2025. Se espera que la guerra comercial entre EE.UU. y China se reanude donde se dejó, con políticas de represalia que afectan el panorama económico global en medio de interrupciones en las cadenas de suministro globales, lo que resulta en una reducción del gasto, particularmente en inversión, y alimentando directamente la inflación del índice de precios al consumidor.