
Por Rae Wee y Alun John
SINGAPUR/LONDRES, 24 dic (Reuters) - El dólar estadounidense retrocedía el miércoles y se preparaba para su mayor caída anual desde 2017, posiblemente con más por venir, en un momento en que los inversores apuestan a que la Reserva Federal tendría margen para recortar aún más los tipos el próximo año, incluso cuando la mayoría de sus pares parecen haber terminado con la flexibilización.
La sólida lectura del PIB estadounidense del martes no logró mover el dial en la perspectiva de los tipos, dejando a los inversores valorando aproximadamente dos recortes más de la Fed en 2026. 0#USDIRPR
"Esperamos que el Comité Federal de Mercado Abierto se comprometa a dos recortes más de 25 puntos básicos, hasta el 3-3,25%, pero consideramos que los riesgos se inclinan a la baja", dijo David Mericle, economista jefe de Goldman Sachs para Estados Unidos, citando la ralentización de la inflación como una de las razones de la previsión.
El euro y la libra esterlina alcanzaban el miércoles nuevos máximos de tres meses, aunque se mantenían estables en 1,180 y 1,3522 dólares respectivamente. EUR= GBP=
Frente a una cesta de divisas, el índice del dólar =USD caía a un mínimo de dos meses y medio de 97,767. Estaba en camino de perder un 9,8% en el año, lo que marcaría su caída anual más pronunciada desde 2017. Cualquier debilidad adicional en la última semana del año resultaría en su mayor caída desde 2003.
El dólar ha tenido un año tumultuoso, azotado por los caóticos aranceles del presidente Donald Trump que provocaron una crisis de confianza en los activos estadounidenses a principios de este año, mientras que su creciente influencia sobre la Fed también ha suscitado preocupación sobre su independencia.
Por el contrario, el euro ha subido algo más del 14% en lo que va de año, lo que le sitúa en la senda de sus mejores resultados desde 2003.
La semana pasada, el Banco Central Europeo no modificó los tipos de interés y revisó al alza algunas de sus previsiones de crecimiento e inflación, lo que probablemente cierre la puerta a una mayor relajación a corto plazo.
Desde entonces, los operadores han reaccionado valorando las escasas probabilidades de que la política monetaria se endurezca el año que viene 0#EURIRPR, reflejando las expectativas de Australia y Nueva Zelanda, donde se considera que las próximas medidas serán subidas. 0#AUDIRPR 0#NZDIRPR
Esto, a su vez, ha impulsado a las dos monedas oceánicas: el dólar australiano AUD=, que ha subido un 8,4% hasta la fecha, alcanzaba el miércoles un máximo de tres meses de 0,6710 dólares, y el dólar neozelandés NZD= alcanzó un máximo de dos meses y medio de 0,58475 dólares.
La libra esterlina GBP= ha ganado más de un 8% en el año. Los inversores apuestan a que el Banco de Inglaterra aplicará al menos un recorte de tipos en el primer semestre de 2026, y sitúan en torno al 50% las probabilidades de un segundo recorte antes de fin de año. 0#GBPIRPR
Sin embargo, la mayoría de las divisas han perdido terreno frente a metales preciosos como el oro, que el miércoles alcanzaba un nuevo máximo histórico. GOL/
Las divisas de los países europeos más pequeños, a menudo poco endeudados, han sido las que mejor comportamiento han tenido este año.
El dólar ha cedido un 12% frente a la corona noruega, un 13% frente al franco suizo —que cotizaba en el momento de elaboración de este artículo a 0,7865 francos— y un 17% frente a la corona sueca, que tocaba el miércoles su nivel más bajo desde principios de 2022, a 9,167 coronas. NOK= CHF= SEK=
LOS OPERADORES EN ALERTA ANTE LA INTERVENCIÓN DEL YEN
Por el momento, el principal foco de atención del mercado de divisas sigue siendo el yen japonés, con los operadores en alerta ante la posibilidad de una intervención de las autoridades niponas para frenar la caída de la divisa.
La ministra de Finanzas, Satsuki Katayama, afirmó el martes que Japón tiene vía libre para hacer frente a los movimientos excesivos del yen, lanzando la advertencia más contundente hasta la fecha sobre la disposición de Tokio a intervenir.
Sus comentarios frenaron la caída del yen, y el dólar bajaba un 0,3% frente a la divisa japonesa JPY= a 155,83 yenes el miércoles, tras haber caído un 0,5% en la sesión anterior.
Aunque el Banco de Japón subió los tipos de interés el viernes pasado, como se esperaba desde hacía tiempo, la medida había sido ampliamente anticipada y los comentarios del gobernador Kazuo Ueda decepcionaron a algunos en el mercado que habían apostado por un tono más restrictivo, lo que provocó una caída del yen.
Esto ha hecho que los inversores se mantengan atentos a las compras oficiales de yenes por parte de Tokio, sobre todo a medida que los volúmenes de negociación se reducen hacia finales de año, lo que, según los analistas, sería el momento oportuno para que las autoridades atacaran.