
Por Ankur Banerjee
SINGAPUR, 12 dic (Reuters) - El dólar estadounidense se dirigía el viernes hacia su tercera caída semanal consecutiva, lastrado por las perspectivas de recortes de tipos el año que viene, después de que la Reserva Federal se opusiera a las apuestas de los halcones del mercado, lo que impulsó al euro y a la libra esterlina a sus máximos desde octubre.
El euro EUR= se cambiaba en el momento de elaboración de este artículo a 1,1738 dólares, tras una subida del 0,37% en la sesión anterior, mientras que la libra GBP= se mantenía firme, en 1,3395 dólares. Ambos se encaminan a su tercera semana consecutiva de subidas, mientras el dólar sigue bajo presión.
La Fed recortó los tipos esta semana, tal y como se esperaba, pero los comentarios del presidente de la Fed, Jerome Powell, y el comunicado que los acompañó fueron vistos por los inversores como menos restrictivos de lo esperado y reforzaron el impulso vendedor del dólar.
"Creemos que las preocupaciones en torno al mercado laboral estadounidense serán uno de los factores que impulsarán al FOMC (Comité Federal de Mercado Abierto) a recortar aún más los tipos de interés el próximo año", dijo Kristina Clifton, estratega de divisas de Commonwealth Bank of Australia. "Esperamos tres recortes en 2026 que lleven los tipos de interés de referencia de la Fed al 2,75%-3,0%".
Los inversores se enfrentan a la incertidumbre sobre la trayectoria de la política monetaria estadounidense el año que viene, mientras las tendencias de la inflación y la fortaleza del mercado laboral siguen sin estar claras, y los operadores prevén dos recortes de tipos en 2026, en contraste con los dirigentes monetarios, que solo ven un recorte el año que viene y otro en 2027.
Kieran Williams, responsable de divisas para Asia de InTouch Capital Markets, dijo que los mercados tienen una base sólida para dudar del gráfico de puntos de la Reserva Federal "más alto por más tiempo", ya que los datos históricos muestran que la Reserva Federal persigue el rendimiento del Tesoro a dos años, y no al revés.
"Si los datos de crecimiento siguen suavizándose, la Fed se verá obligada a migrar hacia una valoración más flexible del mercado, lo que podría pesar aún más sobre (el) dólar", añadió.
La evolución de la política monetaria a partir de ahora dependerá de los datos económicos, aún rezagados por el impacto de los 43 días de cierre de la Administración federal en octubre y noviembre. Estados Unidos se adentra en un año de elecciones de mitad de mandato que probablemente se centrará en los resultados económicos, con el presidente Donald Trump instando a reducciones mayores de los tipos.
También está en el punto de mira de los mercados la cuestión de quién será el próximo presidente de la Fed y cómo afectará a las crecientes preocupaciones sobre la independencia del banco central bajo Trump.
El índice dólar =USD, que mide la divisa estadounidense frente a seis grandes rivales, se situaba en 98,36, a punto de registrar una caída semanal del 0,7%. El índice ha bajado más de un 9% este año, camino de su mayor caída anual desde 2017.
El yen japonés JPY= se debilitaba ligeramente, a 155,76 por dólar, antes de la reunión del Banco de Japón de la próxima semana, en la que se espera una subida de tipos. La atención del mercado se centra en los comentarios de los responsables de política monetaria sobre cómo será la senda de tipos japoneses en 2026.
El dólar australiano AUD= se mantenía estable, en los 0,6667 dólares, y el dólar neozelandés NZD= un 0,14% más firme, en los 0,5815 dólares, mientras los inversores se enfrentan a trayectorias divergentes de los tipos de interés, en un momento en que es probable que el próximo movimiento de los tipos de interés nacionales sea al alza, aunque se espera que los tipos estadounidenses sigan bajando.
Por otra parte, el franco suizo CHF= se fortalecía, hasta 0,7942 por dólar estadounidense en horas asiáticas, tras una fuerte sesión en la víspera. El jueves, el Banco Nacional de Suiza mantuvo el tipo de interés oficial en el 0% y afirmó que el reciente acuerdo para reducir los aranceles de EEUU sobre los productos suizos había mejorado las perspectivas económicas, a pesar de que la inflación se ha quedado algo por debajo de las expectativas.